Poema de amor desde la distancia
No te lo voy a ocultar.
Yo disfruto
tus labios,
tu
castellano modesto y tu dicción.
Tus ojos,
su color
verde hoja pálido otoñal.
Tus manos.
Tus dedos
en forma de panecillos
fríos,
largos, dorados.
Y tu boca
cuando
dices “estás loco”,
premiando
mis esfuerzos
por ser
cada día menos Hombre
y más
animal.
Yo disfruto
de ti
porque sé
que luchas
cada
segundo con la vida,
y también
porque sé que
nada te importa
que más tarde
los pétalos
de nácar
se te
desprendan de la juventud
y el cutis
de concheperla y porcelana
se te haga
artesanal, de barro, arcilla y paja,
y porque sé
que
piensas que
me entiendes y te entiendo.
Solamente
por eso
es que
disfruto de ti,
europea.
* * *
Álvarez, Julio. "Penúltimo segundo, un manojo de poemas y una crónica de viaje", Chimbote 2004, Río Santa Editores
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