Terapia poética cromática
Voy a terminar este ensayo
de los
estados de ánimo
y esta
racionalidad descolorida
con
claveles rojos, tulipanes
e injertos
de manzano.
Por ejemplo:
Que tu pelo
negro
limpie los
restos de sangre y de cenizas
que hace
tanto hay en mi voz.
O mejor: :
El olor de
tus manos cuando me acaricias
me recuerda
las hojas
de
eucalipto que quemaba
cuando
niño,
cuando ya
sabías
venir a mí,
oscura,
llorosa y con quejas.
O, ya sé:
Que tu
canto
sea como el suyo
que tiene
un semblante tan claro
que parece
que la luna
se le ha
quedado a vivir en las mejillas;
tan claro
como el de
ella,
que me deja
un sabor a hierba buena
en la
comisura de los labios empapados
y me limpia
el paisaje
y lo llena
de sauces y de orillas
rubias,
verdes,
pardas,
mansas
orillas
y me rompe
los esquemas de la neurosis,
la
angustia, la negra soledad y la esquizofrenia
con pedazos
de claveles rojos, tulipanes e injertos de manzano.
* * *
Álvarez, Julio. "Penúltimo segundo, un manojo de poemas y una crónica de viaje", Chimbote 2004, Río Santa Editores
Comentarios
Publicar un comentario