Hace poco terminé de leer la tercera novela de la trilogía de la Casa de los espíritus de Isabel Allende: La casa de los espíritus (1982), Hija de la fortuna (1999) y Retrato en Sepia (2000). Abarca, según la autora, casi ciento treinta años y que explora el destino de una familia a través de las vidas de tres mujeres fuertes y únicas: Eliza Sommers, Aurora del Valle y Clara del Valle.
La Hija de la fortuna transcurre a mediados del siglo 19 y se centra en Eliza Sommers, una joven chilena que viaja a California en busca de su amado. Esta novela sienta las bases de la saga familiar, introduciendo a personajes clave y estableciendo los primeros vínculos entre las diferentes generaciones.
Retrato en sepia es una continuación directa de Hija de la fortuna y transcurre a finales del mismo siglo, centrándose en la nieta de Eliza, Aurora del Valle. Esta novela explora las consecuencias de las decisiones tomadas por las generaciones anteriores y profundiza en los secretos de la familia.
La casa de los espíritus es, por su parte, la novela más conocida de Isabel Allende y la que cierra el ciclo, transcurre a mediados del siglo 20 en adelante, aunque cronológicamente fue la primera novela en ser publicada y presenta a los descendientes de Eliza Sommers en un mundo marcado por la violencia política y los cambios sociales.
¿Cómo leerla?
Puedes leerla de tres maneras: en desorden, o siguiendo el orden cronológico de publicación, o siguiendo el orden cronológico de la historia. Recomiendo el segundo, del final hacia el inicio, porque así, cada novela, se convierte en un flashback de la otra y aporta una cuota de misterio que hará que vayas descubriendo la razón de los acontecimientos y conductas de los personajes con sorpresa.
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