Reseña de "La sabiduría de la inseguridad" de Alan Watts

 

Alan Watts (1915-1973)

Este libro, una de las primeras miradas de la filosofía oriental en Occidente, fue publicado por primera vez en 1951, año en que se trasladó a California, donde se unió al cuerpo docente de la Academia Estadounidense de Estudios Asiáticos en San Francisco. Allí enseñó de 1951 a 1957 junto a Saburo Hasegawa (1906-1957), Frederic Spiegelberg, Haridas Chaudhuri, el lama Tada Tōkan (1890-1967) y varios expertos y profesores visitantes. En esa época conoció a la poeta Jean Burden, con quien mantuvo una relación amorosa de cuatro años.

1951, hace 73 años. Eran los años de la posguerra y el inicio de la Guerra fría y de la guerra de Corea. Comparado con lo que vivimos hoy, en un mundo interconectado con mensajes instantáneos y sobredosis de información, nos parecen tiempos de calma. Esta inseguridad colectiva se reflejaba necesariamente en la experiencia vital de las personas y es a ella a quienes se dirige Watts.

Alan Watts (1915-1973) nos muestra la relación que tenemos con la incertidumbre y la impermanencia o, mejor dicho, con la ilusión de la certidumbre y de la permanencia. Y lo hace a través de algunas ideas clave.

Las ideas clave
  • La inseguridad como punto de partida: Watts sostiene que nuestra búsqueda constante de seguridad es la raíz de gran parte de nuestro sufrimiento. Al aferrarnos a la idea de un estado permanente de seguridad, nos alejamos de la realidad de la impermanencia.
  • Aceptar la incertidumbre: La sabiduría, según Watts, reside en aceptar la incertidumbre como parte intrínseca de la vida. Al abrazar la inseguridad, nos abrimos a nuevas experiencias y nos liberamos del miedo al cambio.
  • La ilusión del yo: El concepto de un "yo" fijo y separado del mundo es una ilusión. Al liberarnos de esta ilusión, podemos experimentar una sensación de unidad y conexión con todo lo que existe.
  • El camino hacia la libertad: La verdadera libertad no se encuentra en el control o la posesión, sino en la aceptación de lo que es. Al soltar nuestros apegos, podemos experimentar una profunda sensación de paz y satisfacción.
  • La importancia del presente: En lugar de preocuparnos por el pasado o el futuro, Watts nos invita a vivir plenamente en el momento presente. Al prestar atención a nuestras experiencias sensoriales, podemos encontrar alegría y significado en cada instante.
Para llevarlas a la práctica, Watts propone ejercitar la atención plena, hoy llamada mindfulness. Esta nos ayuda a vivir en el presente y a aceptar nuestras experiencias sin juicios. Se trata de vivir en el aquí y ahora, prestando atención a lo que estás haciendo en este instante, por humilde y simple que sea la tarea.

También, soltar los apegos a las personas, las cosas y las ideas para aumentar nuestra libertad y reducir el sufrimiento que proviene de las pérdidas. Estas, a las que llamamos "pérdidas" son, en realidad, el momento final de la existencia de algo; abrazar la incertidumbre y reconocer que, para estar en paz con ella, debo aceptarla. Si lo hago, se transformará en una fuente de creatividad y crecimiento. Es decir, si aprendo a navegar por la incertidumbre, puedo desarrollar una mayor resiliencia.

Por último, nos sugiere conectar con la naturaleza, ya que esta nos ofrece un constante recordatorio de la impermanencia y la interconexión de todas las cosas. En otras palabras, aceptar que nada en la vida es permanente, solo el cambio. Y que todo está interconectado.

La mayor parte de estas ideas han estado circulando en el mundo actual y podrán parecernos conocidas, pero en 1951, año en que se publicó el libro, eran muy novedosas.

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