
Siempre lo digo, los niños pueden ser pequeños maestros en el arte de la vida, si sabemos escucharlos.
Llegué hace unos días a casa de Dawlish, una amiga venezolana, y Arturo, el menor de sus hijos, un niño de 9 años, me recibió con esta pregunta:
Llegué hace unos días a casa de Dawlish, una amiga venezolana, y Arturo, el menor de sus hijos, un niño de 9 años, me recibió con esta pregunta:
- “¿Qué quieres jugar?”
La pregunta, corta y simple, me dejó pensativo por unos segundos.
La pregunta, corta y simple, me dejó pensativo por unos segundos.
Me pregunté cuantas veces los adultos nos juntamos con un buen amigo y lo que hacemos es conversar y conversar, y no jugamos.
Recordé que cuando yo era niño y los tíos y amigos demis padres traían a sus niños a casa, yo me acercaba a ellos y les preguntaba directamente:
- “¿Te gustan los chistes?”
Y las respuestas siempre fueron “Sí”. Y entonces nos poníamos a contar los mejores chistes que podíamos recordar y reíamos, reíamos como locos, y luego venían los juegos, uno tras otro. Era hermoso.
¿Por qué cuando crecemos y nos hacemos adultos nos olvidamos de eso? ¿Por qué hemos olvidado que una de las cosas más hermosas que se puede hacer con un amigo es jugar o contarnos chistes? En lugar de esto, preferimos hablar exclusivamente de cosas serias, de negocios, de trabajo, de nuestros problemas y sobretodo, preferimos discutir, tener la razón, dejar sentada nuestra opinión.
Y las respuestas siempre fueron “Sí”. Y entonces nos poníamos a contar los mejores chistes que podíamos recordar y reíamos, reíamos como locos, y luego venían los juegos, uno tras otro. Era hermoso.
¿Por qué cuando crecemos y nos hacemos adultos nos olvidamos de eso? ¿Por qué hemos olvidado que una de las cosas más hermosas que se puede hacer con un amigo es jugar o contarnos chistes? En lugar de esto, preferimos hablar exclusivamente de cosas serias, de negocios, de trabajo, de nuestros problemas y sobretodo, preferimos discutir, tener la razón, dejar sentada nuestra opinión.
¡Nunca hablamos de cosas realmente importantes!
Si vamos un fin de semana a la playa o un domingo al parque, nos dedicamos casi exclusivamente a comer o beber vino o cerveza. ¿Qué pasó con las escondidas, la charada, el pega-pega, el mata-gente y el chicote caliente? ¿O un buen partido de volleyball o futbol playero?
¿Cuándo ha sido la última vez que hemos llegado a una fiesta o casa de un amigo y en lugar de hablar de política o negocios o las últimas ofertas del mes en los Mall (yo odio ésta en especial), y hemos ido directo a lo más importante con frases tan simples como:
Si vamos un fin de semana a la playa o un domingo al parque, nos dedicamos casi exclusivamente a comer o beber vino o cerveza. ¿Qué pasó con las escondidas, la charada, el pega-pega, el mata-gente y el chicote caliente? ¿O un buen partido de volleyball o futbol playero?
¿Cuándo ha sido la última vez que hemos llegado a una fiesta o casa de un amigo y en lugar de hablar de política o negocios o las últimas ofertas del mes en los Mall (yo odio ésta en especial), y hemos ido directo a lo más importante con frases tan simples como:
- “Hey, muchachos, ¿Qué quieren jugar?”, o “¿Te gustan los chistes?", o ”Sabes la última de....?"
Si hay algo que me entusiasma siempre son las pequeñas pero profundas lecciones que nos dan niños, como la que medio Arturo.
Si hay algo que me entusiasma siempre son las pequeñas pero profundas lecciones que nos dan niños, como la que medio Arturo.
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