“Escrito en la piel del jaguar” de la escritora colombiana Sara Jaramillo Klinkert (Medellín, 1979), es una novela que te atrapa desde el principio.
La leí en mayo de 2024 junto con las compañeras del grupo de lectura en español en Roma, Aracataca, que lidera la carismática escritora colombiana Laura Morales.
Según señala la autora, la novela está inspirada en lugares y hechos reales. Esto hace que la trama sea cautivadora, pues le da un aire de autenticidad y realismo. Hay muchos giros y vueltas inesperados que te mantienen preguntándote “y ahora, ¿qué sucederá?”
La prosa es rica, vibrante, mágica, colorida y apela a los cinco sentidos. Es una de esas obras en las que puedes no solo ver y oír lo que sucede, sino palpar, saborear y oler.
La historia gira en torno a Lila y Miguel, una pareja de clase media que se retira de la ajetreada vida de la ciudad para buscar un nuevo comienzo en un pueblo costero idílico, “un lugar donde el tiempo se mide con sucesos extraordinarios”, Puerto Arturo. Cada uno por motivos distintos del todo diferentes: él va detrás de una fortuna y ella huye de una investigación.
Es decir, él es un
buscador y ella el objeto de una búsqueda. Él necesita encontrar algo y ella no ser
encontrada por alguien. Y no solo eso, sino que él abriga grandes expectativas y ella ninguna.
En los primeros
capítulos de la novela, la autora describe la belleza salvaje del paisaje y
la cultura indígena local, una mezcla de costumbres ancestrales y prácticas de supervivencia. Lo hace con descripciones vívidas y sensoriales, te hace
sentir que estás en ese lugar, un sitio con colores vibrantes, sonidos exóticos
y peligros ocultos, azotado por la sequía y habitado por personas con
tradiciones y creencias ancestrales.
Retrata el choque de culturas entre los citadinos y los lugareños, explorando temas como la explotación ambiental, la codicia, la ausencia del estado, la supervivencia y la búsqueda de la identidad. Es en este marco en el que Lila y Miguel se ven envueltos en una serie de eventos inesperados que los obligan a confrontar sus propios valores y creencias y experimentan una lenta, pero inexorable transformación.
Los personajes
de la novela están bien desarrollados y son complejos. Lila y Miguel son los
protagonistas, pero los personajes secundarios también son memorables, y cada
uno de ellos aporta algo único a la historia, en especial Antigua, una mujer-jaguar
que es figura central en el relato y la razón principal por la que Miguel
viaja y permanece en Puerto Arturo:
“El periodista contó en el reportaje de televisión que Antigua no era una mujer común y corriente, sino una leyenda” (…) Cualquiera habría dudado si ella era una mujer jugando a ser jaguar o un jaguar jugando a ser mujer.”
“Unos aseguraron que los ojos de Antigua, donde fuera que se posaran, hacían brotar sangre de manera espontánea sin que mediara una herida abierta. Otros, que había sido poseída por el espíritu de su abuela. No faltó el que la acusó de mujerzuela y de borracha. Las manchas en la piel se las atribuyeron a una maldición heredada, a su espíritu nahual emparentado con los jaguares o a un conjuro mal ejecutado por su madre, que, según las malas lenguas, hacía pactos con el maligno. Alguien más, con la voz susurrante de quien revela un secreto, contó que Antigua en realidad era un hombre. Lo cierto es que nadie parecía ponerse de acuerdo acerca de si lo mejor era tenerle miedo, respeto o pena.”
Para mí, Antigua es el personaje más cautivador. Es el eje alrededor del cual transcurre la historia. Es una suerte de personaje principal cuya llegada Lila y Miguel esperan con ansia y que justifica su permanencia en Puerto Arturo. Y, paradójicamente, su presencia en la historia se siente más cuando está ausente. Desde el momento en que Miguel liga su destino a Antigua, te preguntas qué ocurrirá cuando esta llegue a Puerto Arturo. Al menos yo, viví esperando ese momento.
No menos cautivadores son los otros personajes secundarios, Matilda o Tilda, Encarnación, Cumbia, entre otros, personajes complejos y bien desarrollados. Aportan riqueza y profundidad a la historia y dejan una huella imborrable en el lector.
“Escrito en la piel del jaguar” es un libro que te invita a la reflexión sobre temas como la relación entre el hombre y la naturaleza, la búsqueda de la identidad y el significado de la vida. Mientras lo leía no pude evitar encontrar algunas frases que me llevaron a historias y enseñanzas de las filosofías orientales como, por ejemplo:
"¿Cuál fue la razón que la obligó a refundirse en aquel lugar recóndito en donde el tiempo se mide con sucesos extraordinarios?". Me recordó al cuento de Jorge Bucay "El buscador"
“Para ese entonces ignoraban que la felicidad no es algo que pueda medirse a punta de cosas y de dinero.” Me trajo a la memoria esta frase de Lao Tsé: "La felicidad no tiene que ver con la riqueza y la condicion social, es un asunto de armonía".
“Algún día entenderían que lo que uno cree poseer, en realidad, lo posee a uno” y “Lo terrible no son las cosas bellas — dijo Lila —. Lo terrible es nuestro deseo de poseerlas, de preservarlas bellas; lo terrible es la imposibilidad de conseguirlo.” Me trajo a la mente la idea de la filosofia budista de que el sufrimiento humano proviene del apego a las cosas materiales, las emociones, las personas y las ideas.
“La mejor hora para bañarse en el mar es cuando una tiene calor” y “Comía solo cuando tenía hambre…”. Me recordó el principio de la no-acción o Wu wei del taoismo y el Poder del ahora de Eckhar Tolle.
Podríamos decir que se trata de realismo mágico o tal vez lo real maravilloso, pero la propia autora se resiste a colocarle esas etiquetas, pues, subraya, que lo que cuenta en la novela realmente existe. Eso fue lo que nos dijo el martes 28 de mayo pasado en el encuentro virtual que Laura Morales organizó para que sus lectores pudiésemos conocer y hablar con ella. En el encuentro, Sara derrochó simpatía y humanidad, nos contó cómo fue el proceso creativo y subrayó lo relevante que resulta poner distancia y tiempo entre el escritor y aquello sobre lo que se escribe.
Entonces, ¿realismo mágico o real maravilloso? Pues, no lo sé. Confieso que pertenezco a esa masa de lectores que no son capaces de distinguir un género del otro.
En todo caso, si te gustan los libros de autores como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Juan Rulfo o Isabel Allende, entonces te gustará “Escrito en la piel del jaguar”.
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