jueves, 11 de marzo de 2010

Conmemorando el Día de la Mujer… que llevamos dentro


Somos los hombres a quienes nos hace falta celebrar a la mujer, porque es celebrarnos a nosotros mismos.

El 8 de marzo de cada año se conmemora en todo el planeta el Día Internacional de la Mujer. Y, como es lógico en una sociedad patriarcal y dominada por valores masculinos (machistas), son sobre todo las mujeres quienes salen a las calles con carteles y pancartas, y las mujeres presidentes, ministros, líderes y heroínas las que hacen uso de la palabra y se esfuerzan por celebrar los logros en igualdad de género y de oportunidades.

Pero, ¿cuál es el significado de esta fecha para nosotros, los miembros del género sexual masculino? O ¿no tiene significado alguno? Algunos responderán con el manido “bueno, varón, es que mi santa madre es una mujer, y mi esposa y mi hija…”. “Está bien- les responderemos- ese es el significado para ellas. Pero, ¿para tí, varón? ¿cuál es el significado?”

Veamos.

Biológicamente, dice Harville Hendrix en Keeping the love you find (1992), todos nosotros cuando fuimos embriones, fuimos hembras y así continuamos durante seis semanas, hasta que la existencia del cromosoma “Y” empezó a crear las características masculinas en aquellos que estábamos destinados a ser varones, por lo cual una buena parte de la esencia de todos los hombres, hasta las de los mas “machazos”, es en realidad femenina.

Después de nacer, el proceso de socialización se encarga de sepultar esa parte femenina de nuestra esencia y nos educa para ser “hombres machos”, es decir, se nos enseña que, por ser hombres, debemos vestir, actuar y hablar de una manera determinada, debemos mostrarnos siempre fuertes y jamás aceptar nuestra vulnerabilidad, reprimir nuestras emociones (“los hombres no lloran”) y, en suma, proveer, proteger, ser el jefe, dominar, etc. mientras asignamos a la mujer las labores de cuidar a los niños, cocinar, ser abnegadas, sumisas, altruistas y respetar y servir al hombre; con lo cual se mutila la mitad de lo que realmente somos.

Y todo y todos colaboran en esta empresa de mutilación de la mitad del Ser que realmente somos, en donde las víctimas son no sólo las mujeres que sufren las agresiones de maridos, padres, compañeros de trabajo y empleadores machistas, sino también los propios hombres que llevamos una vida de penurias e infelicidad, negándonos nuestra esencia, viviendo una vida llena de neurosis y haciendo infelices a los que nos aman. Las guerras, si lo vemos bien, no son otra cosa que una proyección colectiva, amplificada, de la neurosis y frustración masculina que causa la mutilación de nuestra parte femenina.

Por ello, soy un convencido de que todas las ideas que pretenden resolver los problemas sociales, en especial el de la violencia, están destinadas a fallar si no enfocan el problema de la mujer. Pero éste, no es solo el problema de cómo ampliamos y fortalecemos los derechos de las mujeres en todos los países del mundo, sino también cómo logramos modificar la fuente de la cultura machista. Y la única respuesta que viene a mi mente es que sólo lo lograremos si logramos que los hombres reconozcamos que nuestra esencia original es femenina y aprendemos a celebrarla. Somos los hombres, más que las mujeres, quienes necesitamos a gritos celebrar el Día Internacional de la Mujer, porque es celebrarnos ese Yo soy que la sociedad y educación machistas nos ha enseñado a ignorar. Es celebrarnos a nosotros mismos.

Aunque la tarea no es fácil porque la sociedad y cultura toda está construida sobre la base de la negación de esa parte femenina del varón y la distorsión de nuestros orígenes, sobre todo viniendo del ámbito religioso cuyos dogmas nos enseñan que la mujer fue hecha de una costilla del hombre, con lo cual el mensaje es que nuestra esencia más pura es masculina, inclusive el de las mujeres, con lo cual se sotierra se desfigura la verdad y nuestras posibilidades de ser y hacer felices a los demás. Pero claro, esto resulta muy difícil de cuestionar porque se nos ha dicho que cuestionar los dogmas es cuestionar la Fe y, por ende, cuestionar a Dios.

La conmemoración del Día Internacional de la Mujer, por lo tanto, nos involucra a todos, especialmente a nosotros, los hombres, que por miles de años nos hemos negado a aceptarnos. Los resultados hablan per se, los hombres que están en contacto con su lado femenino son niños más felices y cuando crecen, son siempre esposos y padres amorosos y terminan educando hijos más felices y más capaces de hacer felices a su futura familia.

martes, 9 de marzo de 2010

Chimbote al 2040: el papel de los emigrantes en su desarrollo


Las migraciones, esos desplazamientos de grupos humanos que se alejan de sus residencias habituales hacia otro lugar, suelen ser vistos como un problema por los países de destino. Pero, en realidad, no lo son. Las migraciones son un fenómeno que existe desde que existe el Ser Humano, y que se da en muchas otras especies animales. Es algo que ocurre y seguirá ocurriendo más allá de nuestros deseos.

Las migraciones son el síntoma más claro de que la historia es dinámica y no estática. Son un flujo que tiene impacto en aspectos tan importantes como la seguridad internacional, los derechos humanos, la estructura social, la salud pública, la educación, la identidad nacional, los valores y la economía tanto los países de origen como de los de destino.

Estudios sobre las migraciones

La tendencia, sin embargo, es a realizar investigaciones acerca del impacto que tienen los inmigrantes en los países de destino, descuidando el estudio de los efectos en las sociedades de origen, sobre todo en las regiones de origen. Y en estas, muchas veces, se tiende a soslayar el papel que el fenómeno migratorio y la diáspora regional en el extranjero han jugado y seguirá jugando en el desarrollo de dicha región.

Basta ver el programa oficial del Fórum Chimbote Rumbo al 2040 que, organizado por el Colegio de Ingenieros del Perú, se realizó en febrero de 2010, para notar que existieron dos enormes vacíos: el desarrollo de capital social[2] y el papel de la diáspora chimbotana en el extranjero.

Migración, capital social y desarrollo están estrechamente ligados.

Y esto es especialmente delicado en tanto en Chimbote siempre ha existido un gran nivel de desarraigo y desvinculación, debido, en una primera fase, a la alta tasa de inmigrantes venidos de zonas interiores atraidos por la bonanza económica, que dificultó la formación de una identidad cultural y social; y, en una segunda etapa, por el descenso dramático de la tasa de crecimiento demográfico y la tasa negativa de inmigración que el 2007 fue de menos 0.1 %.

Chimbote: ¿tierra de inmigrantes o emigrantes?

Su fase de importador de inmigrantes (1940-1981) se dio en el marco de un crecimiento económico espectacular basado en la industria pesquera, la siderurgia y la construcción de embarcaciones, lo que atrajo miles de inmigrantes. En la actualidad, sin embargo, la tasa de crecimiento inmigratorio es negativa, de -0,1%, y su fuerza de trabajo se sustenta en la economía informal, del comercio y servicios.

Nuestra ciudad creció a un ritmo promedio de 13.5 % entre 1940 y 1961, ocasionado por el desarrollo siderúrgico y pesquero; y 9.4 % entre 1961 y 1972. La crisis de la industria pesquera significó un decaimiento del crecimiento demográfico, aunque este siguió siendo alto, de 3.4 % entre 1972 y 1981.

Desde entonces, Chimbote ha experimentado un decrecimiento demográfico sostenido convocando cada vez a menos gente hasta transformarse en un exportador neto de emigrantes. Así, en los dos periodos siguientes, 1981-1993 y 1993-2007, a la vez que el crecimiento poblacional se contrajo a 3.4 % a 1.3 % y 1.2 %, respectivamente, la tasa de crecimiento de la inmigración dio la cifra de menos 1 por ciento (- 0.1 %). No obstante el 31,1% de la población de esta ciudad es inmigrante.[3]

De lo que debemos ser conscientes es de esto: de la misma forma que en el pasado el altísimo crecimiento demográfico, las oleadas de inmigrantes y la pauperización y el desarrollo caótico de la ciudad fueron síntomas de una fugaz bonanza económica muy mal aprovechada y una pobreza extrema de capital social, de esa misma forma, en el presente y el futuro, la pobreza, la marginación, el crecimiento negativo de la inmigración y la todavía situación caótica de la ciudad son síntomas de una economía endeble y una todavía extrema pobreza de capital social. En otras palabras, la receta perfecta para la perpetuación del sub-desarrollo.

El fenómeno migratorio en Chimbote

El caso es que, con excepción de los documentos del Instituto Nacional de Estadísticas (INEI) sobre las Migraciones internas en el Perú y algunos artículos muy interesante sobre la migración peruana en Chile, no hemos encontrado estudios sobre la migración de población chimbotana, sus causas, sus formas, los vínculos que conservan con parientes y amigos, etc. Es decir, todo aquello que nos permitiría incorporar a los emigrantes chimbotanos en el desarrollo de nuestra región creando una especie de sociedad chimbotana transnacional, mecanismos de vinculación enfocados en el plan de desarrollo al 2040 y programas de apoyo a las comunidades o barrios de emisión de emigrantes, tal como lo vienen haciendo el gobierno federal de México en los Estados Unidos con un plan masivo dirigido por el IME y el gobierno regional del Junín con su programa Junín Global. La emigración puede ser un factor de co-desarrollo.

En un mundo profundamente globalizado, no podemos ignorar el papel de los emigrantes bajo riesgo de fracasar.

La encuesta

Para ello, es necesario empezar por reunir la información básica, es decir: cuándo y por qué razones emigraron, edades, sexo, ocupación, número de chimbotanos en el exterior, principales lugares de residencia, organizaciones de chimbotanos, tipo y frecuencia de vinculaciones con sus comunidades de origen, etc., es decir, un trabajo gigantesco que hemos decidido empezar hoy con nuestra Encuesta sobre las Causas y formas de la emigración de población chimbotana al extranjero.

De la misma forma como reconstruimos la historia de Chimbote a través de fotografías, cuentos y novelas, también nos toca hacerlo conociendo cuántos nos fuimos, hacia donde, cuáles son nuestros vínculos y cuán frecuentes.

Encuesta: http://www.tfaforms.com/146241

Por lo tanto, les invitamos, queridos paisanos, Chimbotanos que viven en el extranjero, a responder la Encuesta sobre las Causas y formas de la emigración de población chimbotana al extranjero, y a difundirla entre sus amigos chimbotanos en el país donde se encuentren. La encuesta es totalmente anónima y consta de sólo 16 preguntas objetivas. Mientras más respondan, más rica y fidedigna será nuestra historia y más brillante nuestro futuro.

Agradecemos desde ya a Revista Chimbote News y Out Peru por su apoyo en la difusión de esta Encuesta en línea.



[1] Chimbotano, abogado, diplomático, magíster en políticas públicas y sociedad civil, investigador independiente.

[2] El Capital Social es esa riqueza de una sociedad que radica en el grado de colaboración y confianza y solidaridad entre las personas y grupos, a partir de tres fuentes principales: la confianza mutua, la aplicación efectiva de la ley y las redes sociales.

[3] Crecimiento de la Población de Chimbote de 1940 a 2007: 4,243 hab. (1960); 59,990 hab. (1961); 160,430 hab. (1972); 216,579 hab. (1981); 282,279 hab. (1993) 334,568 hab. (2007) (Fuente: INEI)

No me llevo bien con los adultos


No me llevo bien con los adultos. Los niños son más sensatos e infinitamente más divertidos.

Los niños hablan de cosas realmente importantes, como por ejemplo, ¿a qué jugamos?

Los adultos, cuando quieren enamorarse, se citan a conversar en un café y hablan, mientras muestran sus habilidades para comportarse en la mesa y sus conocimientos de enología y etiqueta. Pretenden, lucen, actúan, exponen sus ideas, discuten, fanfarronean, e intercambian nombres, ocupación, correo electrónico, curriculum vitae, pedigree, preferencias culinarias y números de teléfonos. Y así entonces creen conocerse.

Algunos otros, los más aburridos y sicópatas, como siempre están demasiado ocupados para divertirse, cuando quieren enamorarse, buscan un match-maker cibernético que les ponen frente a unas extrañas vidrieras virtuales donde unos a otros se venden como se vende la carne, cebollas y tomates en el mercado.

Los niños, por el contrario, nunca quieren enamorarse sino que simplemente… se enamoran, porque el amor en ellos fluye naturalmente como el agua de un arroyo. Y cuando eso ocurre, el enamorarse, se instalan en cuanto pueden justo frente a los ojos de la niña que les quita el sueño y le dicen, por ejemplo, “¿te gustan los chistes?” Y así, juntos, solos o en grupo, ríen, ríen desaforadamente que hasta los mocos se les caen.

Algunos otros, los más graciosos, gritan y bailan como monos, juegan con su saliva, corretean, vociferan, juegan a las escondidas, al chicote caliente y el mata gente, aunque les digan que esos juegos son incorrectamente políticos. Si es necesario, organizan campamentos, caminatas, partidos de vóley y fulbito, fogatas, y cantan, desafinadamente, cantan… y mientras lo hacen, se conocen y, mejor aún, se re-conocen unos a otros verdadera, sencilla y profundamente.

Por eso me gustan los niños, porque saben que el amor verdadero sólo es posible hacia aquello que se re-conoce.