jueves, 27 de diciembre de 2007

Educación cínica: imagina que hay una guerra y no vamos nadie

Como esta última navidad no pude ir a visitar a mi familia en el Perú y teníamos un fin de semana largo, me dediqué –entre eventos de caridad y reuniones de intercambio de regalos- a ver varios programas de History Channel, sin mucho interés hasta que uno de ellos llamó mucho mi atención: The Christmas Truce o La Tregua de navidad.

Lo que ocurrió fue que, durante el primer año de la 1era Guerra Mundial, se produjo un breve alto el fuego no oficial entre las tropas del Imperio Alemán y las tropas británicas estacionadas en el frente occidental en diciembre de 1914. La tregua comenzó en la víspera de la Navidad, el 24 de diciembre, cuando las tropas alemanas comenzaron a decorar sus trincheras, luego continuaron con su celebración cantando villancicos, específicamente Stille Nacht (Noche de paz) y, espontáneamente, las tropas británicas en las trincheras al otro lado respondieron entonces con villancicos en inglés. Se creó así una "zona de no agresión" o "tierra de nadie" donde soldados de ambos bandos se visitaban e intercambiaban regalos (whisky, cigarrillos). La artillería cesó, los caídos recientes eran recuperados desde detrás de las líneas y enterrados, mientras soldados de ambos países lloraban unos a lado de los otros las pérdidas y se ofrecían su respeto y hasta leían juntos fragmentos de la Biblia.

Les juró que lagrimié. Solo allí en mi casa, lagrimié y me acordé de esa frasecilla: "Imagina que hay una guerra y no vamos nadie", recuerdo que de inmediato me llevó a otro: mi libro de "Educación Cívica" de la escuela primaria.

Mi libro tenía en la portada un soldado con una bandera en la mano y un fúsil en la otra, subiendo triunfador una trinchera, mientras que uno de sus capítulos más importantes era referido al servicio militar obligatorio. Yo le preguntaba a mi padre si cuando cumpliese 18 años me iban a mandar a la guerra y no recuerdo cuáles fueron las respuestas que me dio, pero sí que jamás me pude quedar tranquilo. Tenía tal vez 8 ó 9 años y era un chiquillo peleón y hasta me gustaba jugar a la guerrita, pero mi simple mente infantil sabía distinguir muy bien que esto era un juego en el que se moría o se mataba sólo por un ratito y donde siempre terminabas abrazando al enemigo, mientras que lo otro era el vacío, la nada, el no retorno.

Lo que no podía entender era que hacía ese soldado allí. Si de acuerdo al profe, el civismo se basaba en el respeto por los demás y se consideraban anti-cívicas las conductas que causaban una atmósfera de conflictos y tensión mayor, entonces, alguien había cometido un error muy serio al mecanografiar una "v" en lugar de una "n", lo cual era fácil que ocurriese porque ambas letras se encuentran muy cerca la una de la otra en el teclado en este orden de izquierda a derecha "z x c v b n m , . -" Y así, terminé por llamar a mi pequeño libro de texto como el de... "Educación Cínica".

Ahora que soy adulto, sé que la guerra es uno de los negocios más lucrativos que existen, en donde los pobres ponen los muertos y las ganancias las cobran los ricos. Los banqueros lucran y los pobres pagan las cuentas. Y sé también que esa fue una de las razones por las que La Tregua de Navidad duró poco tiempo y sólo se repitió tímidamente en esa misma guerra y nunca más. Los comandantes de ambos bandos juraron que una tregua así nunca volvería a permitirse y en los años siguientes se ocuparon de ordenar bombardeos de artillería en la víspera de navidad para asegurarse de que no hubiese más reblandecimientos. Las tropas eran rotadas por varios sectores del frente para evitar que se familiarizaran demasiado con el enemigo.

No sé dónde estará mi libro, tal vez ya no exista, pero si lo tuviera aquí conmigo, cambiaría la foto del soldado que tenía en la portada por la que aparece arriba y añadiría un capítulo titulado "Imagina que hay una guerra y no vamos nadie". Y entonces sí que diría que yo tuve alguna vez un libro que era de "Educación Cívica."

viernes, 7 de diciembre de 2007

La Maja "piiiii" comía poquito

Esta mañana descubrí que Google había deshabilitado mi cuenta de GMail y con ella, mi página web, con lo que perdí acceso a mi libreta de direcciones, a mis blogs y a absolutamente todo mi material y herramientas online. ¿El motivo? Si bien no estoy 100% seguro. creo que fue la foto del mundialmente famoso óleo "La Maja Desnuda" del maestro pintor Francisco de Goya. Otros motivos que pueden ocasionar la deshabillitación de la cuenta eran: apología al terrorismo o violencia, piratería de derechos de autor y otros delitos que tampoco estoy habituado a cometer.

Yo subí la foto de la Maja Desnuda (a la que llamaremos Maja "piiiii" para evitar una nueva deshabilitación) a la sección de ensayos políticos de mi página. Yo había llamado a esta sección La Maja "piiiii" en alusión a la siguiente cita: " La dictadura se presenta acorazada porque ha de vencer. La democracia se presenta desnuda (o tambièn pueden decir "piiii") porque ha de convencer" de Antonio Gala. De donde se deduce claramente que La Maja es la Democracia (al menos para alguien con un IQ no muy devaluado) y no una de las visitadoras del Capitán Pantoja ni mucho menos una de las caseritas de la Nené o el Botecito. Pero, para algún genio de Google, el óleo de marras era pornografía.

Hice mi reclamo, enviando pruebas de la existencia de esta obra de arte del siglo 19 y de don Francisco de Goya y varias horas después, casi al terminar la jornada laboral, me rehabilitaron la cuenta pidiendo excusas y argumentando que habían estado filtrando una red enorme de spammers y que habían barrido con mi página en el intento ("We've been targeting a large network of spammers to keep them out of our system, and in the process we accidentally disabled access to some other accounts, including yours") y claro, adivinaron, como el servicio es gratis, yo tenía que creermelo.

La próxima vez que yo o ustedes cuelguen una imagen de la Maja "piiii", tendrá que ser la que ven en la foto que aparece al inicio de esta entrada, que como ven es políticamente correcta, sólo muestra una porción de piel de la sensual sardina que lleva adentro y seguro tiene hasta código de barras.

Un par de horas más tarde paseaba mi osamenta en una galería de arte, decoración y muebles finos. Mientras corrían unas subastas silenciosas y yo presumía con mi chequera en el bolsillo trasero del pantalón (que por descuido había olvidado dejar en casa), servían un buen vino francés y unas tapas delicatessen en donde el ingrediente principal era calamar, salmón y camarones, los que, claro, luego de ser consumidos por los elegantísimos comensales y las guapísimas mujeres, les dejaba un aliento a tiburón peor que tufo mañanero, capaz de derribar las murallas de Jericó con sólo soplar flautitas. De entre todas las tapitas (de botellitas de jerez por lo chiquitas) se salvaba una que era de salame y hacia ella fui. Pero el salame jamás podrá contra el calamar, salmón y camarón unidos. Así que, media hora después, di rienda suelta a mi apetito engullendo cuanto bicho marino me ponían al frente y entonces ya pude conversar de arte, literatura, tonterías, pavadas, viajes y otras cosas sin temor alguno. Total, entre tiburones muy pocas veces nos cogemos a dentelladas.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

¡Carro de viejo!

- "Tio, ¡me acabo de chocar! - era mi sobrina Donatella.

10 de la noche, regresando de sus ensayos de baile, zas un idiota se pasó por alto la luz roja y provocó el choque con el pequeño vehículo de la niña. Salté del silón y fui al lugar de los hechos. El auto estaba destrozado por delante. Pérdida total para los seguros. La policía estaba llegando en ese momento y con mucha tranquilidad tomó fotos, hizo un recuento de los daños, interogó brevemente a los testigos que habían permanecido cerca solamente para atestiguar que la culpa toda era del idiota.

Dona, nerviosa, muy nerviosa, lloraba y no encontraba su licencia y prueba del seguro. Yo estaba feliz de que estuviera intacta mientras dejaba que esta experiencia le sirviese para madurar. Pero, estaba nerviosa, y mucho. Había dejado en su cartera olvidada en el auto de su amiga y no tenía como probar que sus papeles estaban en regla. El policía sólo le dijo: "está bien, no hay problema, mañana nos llamas y nos dejas una copia de tus documentos en la comisaría". Tres días después, estaba listo el parte policial. Dos hojas muy simples que, en resumen, decían que, de acuerdo a los testigos, el que había violado la luz roja era el idiota. Y eso fue todo para que empezase el ballet de los seguros.

Algunos años atrás, asesorando a un cliente en un caso de accidente de tránsito en Lima, tuve una experiencia no tan similar. Los testigos -que trabajaban en la misma esquina del accidente- sólo aceptaron atestiguar si se les pagaba 50 soles a cada uno. La policía me preguntó que "¿cómo es?, que "¿si quiero parte o atestado?", que "déjese pa la gaseosa, pe", que "somos varios". En otra ocasión, asesorando a una dama en un caso flagrante de falsificación de firma e identidad, el sargento -debidamente aceitado por la otra parte- introdujo "pruebas" fabricadas a gusto del cliente y quiso encarcelar a la dama. !La salvé por un pelo! Y hace unos dìas, curiosamente, miraba los obituarios audio-visuales que son los noticieros de la TV peruana y me enteré de que un tipo no tan jovencito, pero hijo de familia rica e influyente, había atropellado y asesinado a un modesto caballero de más o menos su misma edad, y que la policía se había apresurado en ocultar las pruebas, había borrado las señas y otras barbaridades.

Y pienso, hay muchas cosas que me molestan de EEUU, sobretodo su actitud de policìa del mundo. Pero me imagino a Donita teniendo que enfrentar ese sistema deshumanizado que es la administración de justicia peruana y que hizo que colgara para siempre los Códigos y los Alegatos. Y me alegré de que esto del accidente y sus consecuencias policiales estuviesen ocurriendo en Atlanta y no en algún lugar de Macondo.

Todo esto me ocurrió mientras leía, por primera vez -lo confieso con verguenza- Pedro Páramo y El Llano en LLamas de Juan Rulfo que es algo así como leer El Mundo es ancho y ajeno de Ciro Alegría, Redoble por Rancas de Manuel Scorza, Agua de José María Arguedas o El Tunsgteno o Paco Yunque de César Vallejo, sólo que en México... y sientes cómo que las cosas no han cambiado, que es casi lo mismo y de pronto te sientes iluminado y descubres, aleluya, que no importa que el policía gringo éste de a lado no sepa si el Perú está en Sudamérica o es limítrofe con Irán, sino que simplemente escribe en su reporte del accidente: "El carro A -manejado por la niña- venía hacia este lado y el carro B-manejado por el idiota- hacia el otro lado. De acuerdo a testigos, el que se zurró en la luz roja fue el idiota". Y punto. Dona, con sus 19 años recién cumplidos, rueda por las calles de Atlanta con un auto de alquiler casi de lujo de esos que usan los ejecutivos junior (carro de viejo, dice ella) pagado por el seguro del idiota en espera de que le desembolsen una cantidad suficiente de dinero para comprarse otro auto pronto. Pero tal vez lo más hermoso de todo, es que sonríe. Sí, sonríe, con esa sonrisa que sólo tienen los espíritus juveniles que aún no se han contaminado del cinismo y desesperanza cívica que a los latinos nos llega a veces demasiado pronto en nuestra tierra.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Cometas en el cielo (The Kite Runner)

¿Ya leyeron este libro? Háganlo. Es fabuloso. Está muy bien escrito y el autor se las arregla para mantener el interés de principio a fin. Los personajes están bien caracterizados y la historia explora aspectos de la historia reciente de Afganistán y el tema de los talibanes. Personalmente, me identifiqué con los personajes infantiles, por aquello de la cometa o papalote o volantín que, debo confesarlo, fue junto con la pelota de fútbol y los carro-patines, uno de los juguetes de esos que fabricaba yo mismo y me quitaba el sueño, siguiendo todo una ceremonia de búsqueda de buena caña o virulí, papel cometa, pabilo, goma y retazos de ropa vieja o nueva cuando la vieja no estaba disponible con la consiguiente tanda de correazos que me caía luego de que mi madre descubría que a alguna de sus prendas, le hacia falta una manga o una pierna.... :-)

Leí el libro en inglés y me gustó muchísimo. He hojeado algunas páginas de la versión en español y no está mal la traducción, aun cuando el título pasado al español si pierde su esencia. La traducción literal de "The Kite Runner" no es ni por casualidad "Cometas en el cielo". La traducción literal sería algo así como "El corredor de cometas" pero podría ser también el "El cazador de cometas". El título original es un concepto dinámico y tiene relación con la esencia de la historia que se centra en dos niños y su relación mutua alrededor de una hermosa tradición afgana que es el combate de cometas y la cacería de las cometas derrotadas como símbolo de triunfo. La idea del combate y cacería de las cometas es algo que recorre el libro de principio a fin. Define la naturaleza de la historia y es el pretexto perfecto para que el autor de un final maravilloso a la obra. La traducción al español "Cometas en el cielo" no tiene relación con nada de esto. Es un concepto estático, más una pintura que una historia. Pero no se dejen desalentar por esto, pues el libro vale la pena, es hermoso. Y además ya salió la película... que espero sea tan buena como el libro.

(English version)

Have you already read this book? If don’t, then do it. It's fabulous. It is very well written and the author manages to sustain the interest till the end. The characters are well defined and the story explores aspects of the recent history of Afghanistan and the Taliban issue.I read the book in English, and I liked it a lot. I just checked some pages in the Spanish version, and it is not a bad translation, even if the title passed to the Spanish loses its essence. The literal translation for "The Kite Runner" is not by chance “Cometas en el cielo” ("Kites in the sky”).

The original title is a dynamic concept and relates to the essence of the story, which focuses on two boys and their relationship around a beautiful Afghan tradition: the fighting kites and the hunting of the defeated kite as a symbol of triumph. The idea of fighting and hunting kites is something that runs through the whole book. It defines the nature of the story and gives to the author a perfect pretext to give a wonderful end to the book. The translation into Spanish "Kites in the sky" has no connection with any of this. It is a static concept, a painting more than a story. However, do not get discouraged by this because the book is worthy, it is beautiful. And since the movie came out ... I hope it will be as good as the book.

sábado, 27 de octubre de 2007

LA VERDAD SÍ IMPORTA

¿Experiencia cercana al Deja Vu? ¿Lugares comunes? ¿bodrio hollywoodense? Llámenlo como quieran, pero esta semana que termina tuve dos experiencias que merecen un par de comentarios.

El miércoles fui a una conferencia sobre Venezuela y Chávez en el Southern Center for International Studies (en el que me estoy involucrando bastante últimamente). Uno de los expositores (una guapa american lady en sus 50s) nos trajo la perspectiva de los derechos humanos políticos (los otros no fueron mencionados). El otro, un empresario venezolano (cuyos orígenes parecen ser de Europa Oriental) nos regaló un discurso interesante, aunque muy pesimista para mi gusto, que se puede resumir en "No Chávez o Muerte". Este fue claramente apoyado por una comentarista improvisada que dramatizó la historia algunos términos emocionales y confesó su vergüenza pública.

Fuera de esto que resulta más bien anecdótico, el tema fue que ambos conferencistas hicieron un corte en la historia de Venezuela, más o menos en el año 1998, año a partir del cual el oportunista Chávez, "aprovechando el momento", empezó a "destruir" la "plural y democrática sociedad venezolana", así como el "sistema democrático de balances y contrapesos". Antes de eso, lo único que hubo fue "40 años de malos gobiernos" pero que, en ese momento, no era importante analizar, pues aparentemente, esos malos gobiernos, la crisis de los partidos y los sistemas políticos latinoamericanos, nunca ocurrieron o no habían hecho mella en la "plural y democrática sociedad venezolana". Y no, aunque no lo crean, no fue programado un conferencista que equilibrara esos dos discursos, lo cual era "obligatorio", un "must" porque... la historia, y por lo tanto la verdad, sí importa...

Hasta hoy me pregunto: ¿por qué ignorar el pasado de manera tan alevosa? Hmm... veamos, el pasado (la historia) me permite explicar el presente y me permite también saber qué es lo que tengo para el futuro. Ya voy entendiendo... el pasado me permite explicar no sólo el fenómeno Chávez, sino también quiénes lo reemplazarán cuando sea derrocado! y eso es algo que nos hubiera gustado escuchar.

Así que un peruano atrevido, iluso soñador y fiel creyente en aquello de que "Veritas Liberabit Vos" (la verdad te libera) se animó a traer a colación el factor histórico, mencionando además que la tradición política latinoamericana no se caracterizaba precisamente por su "pluralismo", sino más bien por su caudillismo, republicanismo, verticalismo y otros ismos. Mencionó también cómo el copamiento de las instituciones democráticas en Venezuela se parecía mucho a la que hizo Fujimori en los 90 en el Perú.

Luego las reacciones de ambos conferencistas fue diferente. El empresario quiso aclarar que él no había dicho lo que dijo, que esos "40 años de malos gobiernos" sí eran importantes y que la idea de luchar contra Chávez era la misma de la lucha contra "Fujimoro". La otra conferencista reaccionó haciendo otro corte en la historia, y sostuvo que el caso Fujimori era diferente, pues éste, a diferencia de Chávez que era más ambiguo, había cerrado de plano el Parlamento y el Poder Judicial, en clara alusión al golpe de estado de 1992. Pero, "olvidó" todo lo ocurrido desde 1994 hasta noviembre del 2000, es decir, la Constitución de 1994, las reformas autoritarias a dicha Constitución, la reelección y re-reelección de Fujimori en 1995 y 2000, respectivamente, los parlamentarios tránsfugas, los vladi videos, la compra de conciencias y líneas editoriales de la prensa y, en general, el copamiento del Parlamento, Poder Judicial, organismos electorales, Tribunal Constitucional y mejor aquí escribo etcétera porque me canso y los canso.

Dos días después, cuando todavía no terminaba de asimilar esto, me llevan (casi a rastras) a ver el bodrio hollywoodense "The truth can be adjusted", una pelea entre abogados y empresarios corruptos que espían, asesinan y ponen bombas (no se molestan en torturar) para ocultar una verdad que los hundiría, pero donde finalmente ganan los buenos (Hollywood al fin!), y que me hizo pensar que sí, que realmente, la verdad puede ser reajustada y que de todo este cuento podría obtener dos caprichosas moralejas:

  • "Be very careful, History can be adjusted, too, forgotten or simply ignored".
  • It not only matters from where we come or to where we go, but also what a hell are we going to do and with whom are we going to be when we arrive?" (thanks Yuyachkani)

Voilá. Hasta otro día.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Balada del mal genio


A pedido de Julio...porque hay días en que cantar esta balada es lo mejor que podemos hacer.

Hay días en que siento una desgana
de mí, de ti, de todo lo que insiste en creerse
y me hallo solidariamente cretino
apto para que en mí vacilen los rencores
y nada me parezca un aceptable augurio.

Días en que abro el diario con el corazón en la boca
como si aguardara de veras que mi nombre
fuera a aparecer en los avisos fúnebres
seguido de la nómina de parientes y amigos
y de todo indócil personal a mis órdenes.

Hay días que ni siquiera son oscuros
días en que pierdo el rastro de mi pena
y resuelvo las palabras cruzadas
con una rabia hecha para otra ocasión
digamos, por ejemplo, para noches de insomnio.

Días en que uno sabe que hace mucho era bueno
bah tal vez no hace tanto que salía la luna
limpia como después de jabón perfumado
y aquello si era auténtica melancolía
y no este malsano, dulce aburrimiento.

Bueno, esta balada sólo es para avisarte
que en esos pocos días no me tomes en cuenta.

Mario Benedetti

...y tenga usted a bien presentarme.


Yo sólo quería hacerle llegar al dueño de este taller un par de quejas sobre el contenido de este blog, y no sé en que momento terminé siendo co-autor...o algo así. Dada la aclaración, y para que sepan, queridos lectores, como llegué aquí, sean pues estas líneas mi primera contribución a la canasta de quejas de este rincón.
Por otro lado, solicitó a usted, señor Álvarez, presentarme con todas las de la ley, y como la gente decente.
Quería quejas...pues ahí las tiene!

domingo, 9 de septiembre de 2007

Para Helena, no de Troya, pero Helena


Compañera
usted sabe
que puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo

si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo

si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo

pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo. (MB)

lunes, 3 de septiembre de 2007

Foreign films y El Cantante (la vida de Héctor Lavoe)



Hace unas semanas fui, con grandes ilusiones, a ver la película de Mark Anthony y Jennifer López sobre la vida de Héctor Lavoe "El Cantante".

¡Tenía que ser un boom! Millones de dólares invertidos y, según dicen, seis años de ardua investigación y trabajo duro. Pero, la verdad, terminé confundido.Y al salir de la sala de proyeción, sólo algo me quedó claro: que los supuestos seis de años de investigación y trabajo de JLo y M. Anthony no habían tenido el propósito de retratar la vida de Héctor Lavoe, si no simplemente hacer que la gente tenga a otra razón para recordarlos a ellos, por los siglos de los siglos, amén.

Narcisismo supremo. Vanidad sin límites.

De otra manera, no encuentro explicación a la pésima caracterización de Héctor Lavoe joven, allá en el año 1963, cuando tenía tal vez 17 ó 18 años.

¿Han visto las fotos de Héctor Lavoe a los 22 años? Tenía una cara de niño y no ese rostro avejentado, con patas de gallo y entradas de cabello en caída libre que presenta M. Anthony. Por favor! M. Anthony nació el 16 de septiembre de 1969 y tiene por ende 38 años. Se puede maquillar a alguien para que envejezca magicamente, pero no para quitarle 20 años!

Las comparaciones son odiosas, pero útiles. Busquemos una, por ejemplo, "Los hijos de Francisco", que es un retrato de la vida de los cantantes Zeze di Camargo y Luciano. Obra de arte, masterpiece. En ella, los personajes son caracterizados a través del tiempo por diferentes actores desde bebés recién nacidos hasta adolescentes y adultos. Y, por lo demás, la historia es tierna y cautivante desde el inicio.

Pero, claro, comparar el excelente cine brasileño con este exhabrupto holliwoodense puede ser hasta un abuso, así que mejor lo comparamos con otro filme de su misma especie: El más grande, la vida de Mohammed Ali, la primera película. En ésta, el Alí joven fue interpretado no por el Cassius Clay de entonces, sino por otro atleta, porque, como canta Pablo Milanés "... el tiempo pasa... nos vamos poniendo viejos...", porque el tiempo es implacable y pasa.

De alli que El Cantante sea una película muy aburrida, mal caracterizada y un fiasco que da la sensación de encontrarse de principio a fin con una historia plana en donde el tiempo no se
siente.

Esto, claro está, no fue casualidad. M. Anthony tenía que ser la estrella de principio a fin y nadie, mucho menos un actor joven, debía hacerle sombra. Era su película y había sido hecha, como dicen las mamachas paceñas, "con su plata" y para que M. Anthony brillara. No para retratar la vida de Hector Lavoe. En resumen, resultó un insulto al buen gusto y al más elemental sentido común.

Hay muchas otras críticas. De hecho, la película ha sido vapuleada y merecidamente. Pero yo sólo quería referirme a este detalle, entre otras razones, para que mis amigos americanos comprendan porque cada vez que entro a una tienda de alquiler de películas, voy directo como caballo de carrera, a la sección que dice "FOREIGN FILMS".



Atlanta, 2 de setiembre de 2007

domingo, 22 de abril de 2007

La masacre de Virginia


Hace algunas semanas hablaba con una peruana que, indignada, se quejaba de haber sido humillada y maltratada por un policía americano. La dama, luego de haber sido embestida en su auto por un camión, fue detenida, encarcelada y acusada de fuga del lugar de los hechos por este policía que no se tomó el trabajo de escuchar su inglés básico y descubrir que ella era la víctima y no la victimaria. Más allá de la cuota de discriminación racial y odio hacia los latinos que dicho agente mostró, lo más indignante para la dama fue que el policía la empujara contra el automóvil patrullero, le hiciera abrir las piernas, las registrara, le pusiera esposas y, en resumen, la tratara como una criminal peligrosa.

Varios días después, tocando el tema con otra peruana que conoce bien el país, ésta justificó la acción del policía diciendo que eso era absolutamente necesario porque muchas veces hay gente loca y muy peligrosa que puede reaccionar de manera muy violenta. Lo cierto fue que la referida señora no se dio a la fuga sino que persiguió al camión que se fugaba y fue ella quien llamó al 911, como después lo probó ante la Corte que terminó por darle la razón, aun cuando la humillación sufrida por la dama peruana subsistirá por siempre.

No obstante, el argumento de la peruana acerca de la peligrosidad de alguna gente loca y violenta, no dejaba de tener en sentido. En EEUU es más fácil comprar una pistola, dos pistolas y muchas municiones, que obtener una licencia de conducir. Siendo así, cualquiera puede tener un arma y el policía debe cuidar su vida y su integridad. Tiene sentido.

Pero hoy, cuando han pasado varios días desde la llamada Masacre de Virginia, estos hechos vuelven a mi mente y me preguntó si no hay una contradicción. Seung-Hui Cho era un demente y eso, según parece, lo sabían todos en el Virginia Tech. ¿Era la dama peruana más peligrosa que Seung-Hui Cho? No lo creo. Pero aún así, Seung-Hui Cho pudo comprar armas y municiones y pudo hacerlo porque el sistema legal y cultural de los EEUU se lo permitió. El derecho a tener armas es constitucional y sólo es posible privar a alguien de ese derecho si representa un peligro inminente para la vida o integridad de otra persona. Esto claro, no es una conclusión a la que haya llegado gratuitamente. No. Por el contrario, ha costado millones de dólares a las fábricas de armas que no desean perder el negocio ni ver reducidas sus ganancias y han pagado lobbies, abogados, publicidad, etc.

El derecho, sin embargo, en un país civilizado, funciona de otra manera. La ley protege bienes jurídicos, es decir, en orden de importancia, la vida humana, que está por encima de todos, y luego los demás, el derecho a la propiedad, etc, siempre en orden de importancia. Así, si ponemos de un lado de la balanza el derecho a tener armas y el derecho a tener ganancias de las compañías fabricantes de armas, y de otro el derecho a la vida, está muy claro de que lado se inclinaría la balanza, bueno, es decir, en cualquier sociedad civilizada. Penosamente, en los EEUU no es así, pues el sistema legal y judicial ha consagrado la superioridad del derecho de las personas a tener armas de fuego y de las compañías fabricantes de armas a tener ganancias, sobre la vida humana, consagrando con ello una cultura que me atrevería a llamar Gunman culture.

Todo esto, claro está, no explica el caso de la masacre de Virginia. Seung-Hui Cho era un demente, pero lamentablemente, el sistema legal y cultural de los EEUU no está preparado para controlar este tipo de personas. El alto grado desarrollo económico y social al que han llegado y que disfruto y admiro de alguna forma, está basado, lamentablemente, en algunos valores que no comparto y que varios amigos americanos tampoco comparten. Por ello, creo que, por el contrario, este sistema brinda las facilidades para mentes enfermas como la de Seung-Hui Cho cocinen su odio y cometan este tipo de barbaridades.

No soy un psiquiatra ni psicólogo. No puedo, por lo tanto, opinar sobre lo que ocurría en la mente enferma de Seung-Hui Cho. Pero sí puedo intentar algunas breves explicaciones sobre la atmósfera cultural que cooperaron con su conducta asesina.

De hecho yo puedo ver tres elementos más: materialismo, individualismo y aislamiento emocional.

Sobre el primero, materialismo, no creo que tenga que decir demasiado para probarlo. La sociedad americana está basada en el dinero (money based society) y todo gira alrededor de este valor básico. Mario Benedetti, el gran poeta uruguayo, ha logrado resumir en su poema “Ustedes y Nosotros” esta idea:

Ustedes cuando aman / exigen bienestar / una cama de cedro / y un colchón especial / nosotros cuando amamos / es fácil de arreglar / con sábanas qué bueno /sin sábanas da igual / ustedes cuando aman / calculan interés / y cuando se desaman calculan otra vez / nosotros cuando amamos / es como renacer / y si nos desamamos no la pasamos bien / ustedes cuando aman / son de otra magnitud / hay fotos chismes prensa / y el amor es un boom / nosotros cuando amamos / es un amor común / tan simple y tan sabroso / como tener salud / ustedes cuando aman / consultan el reloj / porque el tiempo que pierden / vale medio millón / nosotros cuando amamos / sin prisa y con fervor / gozamos y nos sale / barata la función / ustedes cuando aman / al analista van / él es quien dictamina / si lo hacen bien o mal / nosotros cuando amamos / sin tanta cortedad / el subconsciente piola / se pone a disfrutar / ustedes cuando aman / exigen bienestar / una cama de cedro / y un colchón especial / nosotros cuando amamos / es fácil de arreglar / con sábanas qué bueno / sin sábanas da igual.

El segundo elemento, el individualismo extremo, tampoco requiere mucha explicación, pero igual haremos alguna. El individualismo es una actitud que lleva a actuar y pensar de modo independiente con respecto a los demás y que da prioridad a los derechos del individuo frente a los derechos de la comunidad humana. Cuando este individualismo es extremo, tiene consecuencias terribles y más aún si es un individualismo materialista. Pero, ¿qué? ¿Acaso existe otro tipo de individualismo? Pues sí. He vivido en la India 5 años y he podido ver allí otro tipo de individualismo basado en la relación singular de cada ser humano con su Dios, ante quien es responsable. No es casualidad por ello que muchos occidentales se sientan atraídos por las religiones orientales, en particular por el hinduismo y el budismo en sus diferentes versiones. Cuando sienten que lo material no llena sus vidas, buscan una base no material para seguir viviendo pero sin dejar su individualismo. No me los imagino adoptando religiones colectivistas.

El tercero y último es el aislamiento emocional. Esto requiere un poquito más de explicación.

Cuando llegué a la India por vez primera, la primera pregunta que vino a mi cabeza fue: ¿Cómo puedo haber tanta gente junta?, y cuando llegué a Atlanta, mi primera pregunta fue: ¿Dónde están los seres humanos? No veía gente caminando por las calles. Con el tiempo descubrí que se encontraban consumiendo. Es decir, en los Malls, los restaurantes, los cafés, los bares y las discotecas. Alquilé un departamento en un complejo de 200 viviendas y mi experiencia de contacto humano en 6 meses fue la siguiente: sólo conocí a 1 de mis vecinos, una rubia alcohólica que vagaba solitaria por los pasillos, y sólo 2 veces pude ver niños jugando en el exterior de sus casas. Eso fue todo. Los americanos llaman a este grado de aislamiento físico, buena calidad de vida. Nadie sabe quien vive a lado y puedes morirte sin que nadie se entere, sino hasta el momento en que empiece a oler mal en los pasillos o, lo más seguro, hasta que la administración del complejo te envíe una carta amenazadora por no haber pagado la renta, luego de lo cual esperará algunas semanas para echarte a la calle.

El problema es que este aislamiento físico es al mismo tiempo aislamiento emocional. Una mente perturbada como la de Seung-Hui Cho, hubiera sido fácilmente controlable en un sistema menos individualista y menos materialista. Seung-Hui Cho era invisible y, entre otras razones, lo que hizo lo hizo para dejar de ser invisible. En otro sistema, hubiera sido el loquito de la habitación 66, que te grita, te insulta y hasta te hace reír. Hubiera sido enviado a un manicomio o algo. Pero no, ese afán típicamente americano de ser siempre políticamente correcto, les impide llamar loco al loco, y ni siquiera hablar de ello porque no está bien, es rudo.

El sistema lo hubiera absorbido, permitiéndole desfogar su frustración y su mente enferma en pequeñas cuotas semanales o mensuales, y hubiera encontrado algo mejor que hacer con su dinero, en lugar de comprar armas y asesinar personas, como salir por las calles y gritar a los que pasan por alli, y la gente al verlo pasar hubiera dicho "alli esta ese loco otra vez, jajaja".

Las sociedades materialistas y de extremo individualismo facilitan a las mentes perturbadas como Seung-Hui Cho, no solamente la atmósfera perfecta para hundirse sin remedio en el total aislamiento físico y emocional, e incubar su odio hacia otros seres humanos, sino que también facilita las herramientas para convertir ese odio en muerte.

Y todo porque el derecho a tener armas y ganancias en los EEUU es infinitamente superior a tu vida, a la de tus hijos y de tus padres, a la mía, a la de todos.

PD: hoy vivo en un complejo habitacional en donde cada tarde al llegar a casa, veo un grupo de niños y niñas, jugando futbol americano, soccer o softball, en un estilo politicamente y legalmente muy incorrecto, es decir, sobre la pista... y no saben cuanto lo disfruto.