lunes, 29 de julio de 2013

¿Sabías que existe una gramática de la felicidad?


"A los adultos les gustan los números. Cuando uno les habla de un nuevo amigo, nunca preguntan sobre lo esencial. Nunca te dicen: "¿Cómo es el sonido de su voz? ¿Cuáles son los juegos que prefiere? ¿Colecciona mariposas ?". Te preguntan: "¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos tiene? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?". Sólo entonces creen conocerlo (...) Pero nosotros, que comprendemos la vida, nos burlamos de los números!" (Antoine de Saint-Exupéry, El Principito, IV. El Principito y los números)

Suena extraño, ¿verdad? ¿Cómo puede la gramática hacerme feliz?

Si deseas encontrar la respuesta a esta pregunta, mira este documental sobre Los Pirahas... es posible que tu  forma de ver y vivir la vida cambie...



La riqueza del lenguaje: el código de la Amazonía


Este documental que muestra cómo viven los Pirahas, un pueblo en el interior de la selva tropical amazónica.



The grammar of happiness


The grammar of happiness


"En el lenguaje de los Pirahãs se puede hablar, tatarear, cantar e incluso silbar. Pero, los Pirahãs no tienen palabras para expresar los colores, ni tiempo verbal pasado ni futuro, y no conocen los números.

El lingüista Daniel Everett, autor de "Language: a cultural tool" ha estudiado esta tribu, de unos 300 miembros, durante 30 años. La gramática del Pirahã rompe una de las reglas fundamentales de todo lenguaje: no tiene recursividad, es decir, la capacidad de combinar un número ilimitado de ideas en una sola frase. Lo que pone contra las cuerdas el paradigma de la gramática universal de Noam Chomsky." (Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=uWaB11UI39c)

Pero, veamos con más detalle lo que dice Everett en su libro "Language: a cultural tool" sobre los Pirahas y la gramática de la felicidad:

"Como seres libres de ansiedad y existencialistas conscientes, los Pirahas abrazan los logros de cada día y encuentra el sentido de sus vidas sin preocuparse por el futuro de sus hijos o sobre qué traerá el futuro. Miran a los ojos de la muerte sin pestañear y viven su existencia físicamente exigente riendo y sonriendo.

Su felicidad y su carencia de preocupaciones y su rechazo a agobiarse con el pasado y temerle al futuro, han modelado su lenguaje hasta el punto de excluir tiempos verbales lejanos -pasado o futuro-, y evitar números, cuentas y oraciones complejas, porque, para ellos, lo único que tiene valor son las personas, las cosas y los eventos sobre los que tienen evidencia y experiencia directa.

Colocan el peso de la comunicación en las historias antes que en las oraciones. 

Se niegan a tener objetivos “profesionales” y disfrutan cada día de su vida tal como viene.

Su felicidad se ha filtrado en su lengua. Su gramática se ha convertido en una gramática de la felicidad.

Toda lengua tiene la capacidad de traer felicidad a quienes la hablan. Todos poseemos una gramática de la felicidad.

Si deseas conocer mas sobre el trabajo de Daniel Everett y como suena el idioma Piraha, mira estos breves videos:

Piraha hum speech

Spoken Piraha with subtitles

sábado, 20 de julio de 2013

Las mamás y sus retoños: del cordón al satélite umbilical




Cuando un bebe nace, el médico que atiende el parto corta el cordón umbilical pero, vamos a decirlo claro y fuerte: las mamás tienen múltiples cordones umbilcales, algunos de los cuales se van deshaciendo con los años y otros que jamás desaparecen.

Y ese es el caso de mi mamá. Yo descubrí la existencia de uno de esos cordones cuando, teniendo 32 años, vivía en la India, las antípodas del Perú, y noté que esa enorme distancia no era obstáculo para ella. Aún recuerdo con una sonrisa sus llamadas telefónicas a mi jefe preguntándole "¿dónde está mi hijito? ¿no lo ha visto?", mientras su hijito andaba con su novia en uno de esos maravillosos safaris que hay en la tierra de Gandhi. 

Yo solía bromerar con ella diciéndole que tenía un oleoducto umbilical.

Pero, con los años, me he dado cuenta que me he quedado corto, pues ls mamás son seres altamente adaptables cuando del cordón umbilical se trata. Me explico. Gracias a las nuevas tecnologías, me he dado cuenta que mi mamá, como todas las mamás, cuenta con una especie de satélite umbilical que puede tomar muchas formas: teléfono umbilical, celular umbilical, GPS umbilical y, si por casualidad aprenden a usar la computadora y un Smartphone, Facebook umbilical, Twitter umbilical, Whatsapp umbilical, Viber umbilical...

La mía, y seguro la de ustedes, justifica esos cordones umbilicales con una sola oración:

"Ay, hijito, si te pasa algo, me muero".

Yo vivo en Ginebra, Suiza, y ella en Chimbote, Perú, y sabe que no hay nada que pueda hacer para evitar que algo malo me ocurra, pero hay una energía en ella que la empuja a sentir que solo con escuchar mi voz una vez por semana, ya me está cuidando.

¿De dónde sale todo esa energía, esa conexión, ese amor?

Me vino todo esto a la mente cuando estaba leyendo y haciendo el resumen del capítulo 8 del libro "Language" de Daniel Everett y me encontré con varias ideas sorprendentes e interesantes sobre el asunto:

D. Everett menciona que el 2009, un grupo de investigadores de la UCLA publicaron el libro “The interactional instinct: the evolution and acquisition of language”, en el que sostenían la existencia de un Instinto interaccional en el ser humano, similar la idea del instinto social de Aristóteles, es decir, aquello de que “el hombre es un animal social”.

Pero, ¿qué es el instinto interaccional o social?

El instinto interaccional, señala Everett, es una pulsión innata de los infantes humanos que les empuja a interactuar con quienes les cuidan, sus madres.

Es un instinto común a otras especies animales, en particular los primates que forman vínculos muy fuertes son sus crías, pero es especialmente fuerte en los seres humanos, en quienes es tan pero tan fuerte que algunos han llegado a decir que las madres humanas en realidad forman una especie de organismo complejo con sus retoños.

Este instinto es la forma como Dios, la naturaleza, garantizó la supervivencia del ser humano, un animal de muy lento crecimiento y desarrollo que hace que requiera de enormes y prolongados cuidados.

No hay otro ser en reino animal que necesite recibir tal cantidad de cuidados y durante un tiempo tan largo como los necesita el ser humano. No podríamos sobrevivir sin esta interacción (y cuidados) con la madre que se inicia en el vientre y que hace que el recién nacido sea capaz de reconocer la voz de la que le dio vida.

Las leyes de Dios son las leyes de la naturaleza. Así lo creo yo.Y los múltiples cordones umbilicales de las mamás son realmente la prueba irrefutable de esta afirmación.

Ellas y nosotros, sus retoños, sin importar cuan viejos seamos, siempre formamos una especie de organismo complejo que solo se puede sentir, no explicar ni definir.

Estamos conectados a nuestras mamás, querrámoslo o no, y la relación que tenemos con ella es, en buen grado, la relación que tenemos con el mundo.

Y tal vez por eso nos cuesta tanto resolver temas pendientes en nuestra vida actual si antes no hemos resuelto nuestros temas con el ser humano más importante de nuestra existencia: nuestra mamá.

Yo acepté hace bastante tiempo que mi mamá tiene varios cordones umbilicales que ha aprendido a usar con cautela, pero que los tiene. ¿Y saben que? Me encanta que los tenga.

Yo amo a mi mamá.


Mi mamá y yo

viernes, 12 de julio de 2013

¿Dónde buscas la felicidad?


Esta es la transcripción que he hecho de un fragmento de una conferencia del Dalai Lama sobre la Felicidad y el Karma. Estoy convencido que el karma existe y que existe en todos los ámbitos de nuestra vida, personal, laboral, profesional o social.

Puedes leer la transcripción y luego ver/escuchar el video (lo pueden ver más abajo), pero mientras lo hagas repítete esta pregunta: ¿Dónde busco yo la felicidad? Y haz tu inventario. Tal vez te lleves grandes sorpresas. Ser sincero contigo mismo será tu mejor arma.

Transcripción

"Todos queremos tener una vida feliz. Todos queremos una vida sin problemas.

Pero la verdad es que muchos de los problemas que sufrimos innecesariamente son creación nuestra; la causa está en nosotros mismos y se debe a varias cosas:

- El desconocimiento de la realidad
- La carencia de una visión holística
- El apego a la cosas tal como lucen (creemos que son absolutas)
- La actitud excesivamente centrada en uno mismo (egocentrismo, egolatría)

¿Cómo cambiamos eso?

No lo lograremos a través de la oración, ni mediante el dinero ni el poder, sino a través del entendimiento, de la consciencia, la sabiduría.

Pero antes de hablar del origen de la felicidad, necesitamos conocer nuestra mente pues el placer, la felicidad, la tristeza y todas las experiencias dolorosas son parte de nuestra experiencia mental. Necesitamos conocer como funciona nuestro sistema mental.

Y la confusión empieza cuando las personas creen que la mente es algo independiente, absoluto, diferente de nosotros y desconocen la diferencia entre la conciencia sensorial y conciencia mental.

La búsqueda de la felicidad en el nivel sensorial

La conciencia sensorial es la que corresponde a nuestros 5 sentidos: vista, olfato, oído, gusto y tacto.

Y la búsqueda de la felicidad en el nivel sensorial ocurre cuando la gente busca la felicidad apoyándose principalmente en el placer que nos dan los sentidos, es decir, hermosas imágenes, melodías, sabores, olores, sensaciones físicas, o a través del sexo, es decir, experiencias temporales que acaban cuando acaba la causa que las producen.

También lo hacen a través de ciertas experiencias mentales que logran a través de la conciencia sensorial, pero que al final resultan ser también de corta duración.



La búsqueda de la felicidad en el nivel mental

La felicidad que dura, que permanece, sin embargo, es la que se logra en el nivel de la conciencia mental, la que nos permite tener paz, calma, serenidad y un sentimiento placentero que estará siempre allí, aún cuando en el nivel sensorial existan molestias, voces, ruidos, incomodidades e, inclusive, enfermedad pues el dolor físico puede ser reducido teniendo calma mental.

Y viceversa, si en el nivel mental hay miedo, ansiedad y estrés, entonces, estos seguirán estando allí aun cuando en el nivel sensorial se disfrute de experiencias y sentimientos placenteros.

Por lo tanto, las experiencias en el ámbito de la conciencia mental son mucho más importantes que las del nivel sensorial.

Claro que en el ámbito de la conciencia mental las experiencias no están ligadas al placer sino a un sentimiento de satisfacción, inclusive si hay dolor físico y experiencias dolorosas.

Y la felicidad está ligada a la conciencia mental, no a la sensorial.

La fe no existe a nivel sensorial

Todas las grandes tradiciones religiosas buscan traernos calma, paz y sentimientos positivos... en el nivel mental; todas, las religiones teístas y las no teístas, todas mantienen una práctica y esa práctica es la Fe.

Pero la Fe no está en el nivel sensorial sino en el mental. Es la sexta consciencia.

Claro que la conciencia sensorial ayuda a percibir y disfrutar de una hermosa pieza musical, de una imagen de Buda,de Dios o de Jesús, claro que ayuda, pero el efecto real se produce en la conciencia mental. Y por eso digo que la Fe no está en la consciencia sensorial sino en la mental.

Y del mismo modo la práctica de la compasión, el perdón, la tolerancia y el sentimiento de satisfacción, todo ello ocurre en el nivel de la conciencia mental y tienen el poder de producir karma, buen karma.

Pero, ¿qué es el karma y cómo se liga con la felicidad?

Las religiones no teístas, como la Samkhya, una religión india muy antigua (3000 años), el Jainismo y el Budismo, no tienen la idea de un creador, sino que creen en la ley de la causalidad o causa-efecto o karma. (1)

Estas religiones creen que toda emoción positiva, motivación sincera, como la compasión y el perdón (que ocurren solo en el nivel de la conciencia mental), ocasiona eso, un buen karma, pues se trata de una acción basada en la sincera preocupación por el bienestar de los demás (2) y de uno mismo. Lo contrario -enojo, desconfianza negativa, odio, etc.- ocasiona karma negativo.

Por lo tanto, las experiencias de placer o dolor, de felicidad o infelicidad, se deben a estos dos tipos de karma, positivo o negativo."

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(1) Las religiones teístas creen que existe un Creador de todo al que llaman Dios y, de una manera u otra, atribuyen su destino a la misteriosa voluntad de Él (siempre es masculino), como recompensa o como castigo.

(2) Es decir, a favor de, para el bienestar de los demás y propio.