sábado, 27 de octubre de 2007

LA VERDAD SÍ IMPORTA

¿Experiencia cercana al Deja Vu? ¿Lugares comunes? ¿bodrio hollywoodense? Llámenlo como quieran, pero esta semana que termina tuve dos experiencias que merecen un par de comentarios.

El miércoles fui a una conferencia sobre Venezuela y Chávez en el Southern Center for International Studies (en el que me estoy involucrando bastante últimamente). Uno de los expositores (una guapa american lady en sus 50s) nos trajo la perspectiva de los derechos humanos políticos (los otros no fueron mencionados). El otro, un empresario venezolano (cuyos orígenes parecen ser de Europa Oriental) nos regaló un discurso interesante, aunque muy pesimista para mi gusto, que se puede resumir en "No Chávez o Muerte". Este fue claramente apoyado por una comentarista improvisada que dramatizó la historia algunos términos emocionales y confesó su vergüenza pública.

Fuera de esto que resulta más bien anecdótico, el tema fue que ambos conferencistas hicieron un corte en la historia de Venezuela, más o menos en el año 1998, año a partir del cual el oportunista Chávez, "aprovechando el momento", empezó a "destruir" la "plural y democrática sociedad venezolana", así como el "sistema democrático de balances y contrapesos". Antes de eso, lo único que hubo fue "40 años de malos gobiernos" pero que, en ese momento, no era importante analizar, pues aparentemente, esos malos gobiernos, la crisis de los partidos y los sistemas políticos latinoamericanos, nunca ocurrieron o no habían hecho mella en la "plural y democrática sociedad venezolana". Y no, aunque no lo crean, no fue programado un conferencista que equilibrara esos dos discursos, lo cual era "obligatorio", un "must" porque... la historia, y por lo tanto la verdad, sí importa...

Hasta hoy me pregunto: ¿por qué ignorar el pasado de manera tan alevosa? Hmm... veamos, el pasado (la historia) me permite explicar el presente y me permite también saber qué es lo que tengo para el futuro. Ya voy entendiendo... el pasado me permite explicar no sólo el fenómeno Chávez, sino también quiénes lo reemplazarán cuando sea derrocado! y eso es algo que nos hubiera gustado escuchar.

Así que un peruano atrevido, iluso soñador y fiel creyente en aquello de que "Veritas Liberabit Vos" (la verdad te libera) se animó a traer a colación el factor histórico, mencionando además que la tradición política latinoamericana no se caracterizaba precisamente por su "pluralismo", sino más bien por su caudillismo, republicanismo, verticalismo y otros ismos. Mencionó también cómo el copamiento de las instituciones democráticas en Venezuela se parecía mucho a la que hizo Fujimori en los 90 en el Perú.

Luego las reacciones de ambos conferencistas fue diferente. El empresario quiso aclarar que él no había dicho lo que dijo, que esos "40 años de malos gobiernos" sí eran importantes y que la idea de luchar contra Chávez era la misma de la lucha contra "Fujimoro". La otra conferencista reaccionó haciendo otro corte en la historia, y sostuvo que el caso Fujimori era diferente, pues éste, a diferencia de Chávez que era más ambiguo, había cerrado de plano el Parlamento y el Poder Judicial, en clara alusión al golpe de estado de 1992. Pero, "olvidó" todo lo ocurrido desde 1994 hasta noviembre del 2000, es decir, la Constitución de 1994, las reformas autoritarias a dicha Constitución, la reelección y re-reelección de Fujimori en 1995 y 2000, respectivamente, los parlamentarios tránsfugas, los vladi videos, la compra de conciencias y líneas editoriales de la prensa y, en general, el copamiento del Parlamento, Poder Judicial, organismos electorales, Tribunal Constitucional y mejor aquí escribo etcétera porque me canso y los canso.

Dos días después, cuando todavía no terminaba de asimilar esto, me llevan (casi a rastras) a ver el bodrio hollywoodense "The truth can be adjusted", una pelea entre abogados y empresarios corruptos que espían, asesinan y ponen bombas (no se molestan en torturar) para ocultar una verdad que los hundiría, pero donde finalmente ganan los buenos (Hollywood al fin!), y que me hizo pensar que sí, que realmente, la verdad puede ser reajustada y que de todo este cuento podría obtener dos caprichosas moralejas:

  • "Be very careful, History can be adjusted, too, forgotten or simply ignored".
  • It not only matters from where we come or to where we go, but also what a hell are we going to do and with whom are we going to be when we arrive?" (thanks Yuyachkani)

Voilá. Hasta otro día.