viernes, 31 de diciembre de 2010

Gracias a la Vida que me ha dado tanto...



Esta entrada fue escrita el 31 de enero de 2010, pero olvidé publicarla! Asi que aqui va!

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Hoy, entre las 11.59 y 00:00 horas tendrás la oportunidad de cambiar tu “suerte.”.

Y no hablo de magia ni de un conjuro, pócima o bebida que puedas conseguir en algún rincón de Lima o del lugar donde estés.

Hablo de ti. Y la fórmula es simple:

Hoy, a las 11.59, despídete del 2010 con gratitud.

No importa lo que haya ocurrido, o lo que hayas perdido, agradece a la vida, al Universo o al Dios en el que creas, por el simple hecho de la vida misma.

Si te pasaron cosas “malas”, no digas con amargura “lo único que quiero es que se acabe este año de m…, y que el próximo año sea mejor que éste.”.

Pregúntate ¿Qué me hace pensar que el 2011 será mejor que éste? ¿Es que con esta actitud me irá mejor?

La vida es lo que es, no es buena ni mala, simplemente es. Tú eliges el adjetivo, buena o mala, correcto o incorrecto, bonito o feo, poco o mucho… tú eliges y esa elección llenará tu espíritu de insatisfacción y amargura o de gratitud y paz. Y ese será tu estado espiritual, es decir, que no es otra cosa que la materia prima fundamental con la que construimos cada día de nuestras vidas.

Cuida tu alma porque es de ella de donde sacas las formas de ser que te harán feliz o infeliz.

Y cuida tu alma porque, quieras o no, estés de acuerdo o no, te guste o no, siempre somos fuente, para otros y para nosotros mismos, y somos fuente de lo que somos y de lo que estamos llenos. Si estás lleno de insatisfacción y amargura, serás fuente de insatisfacción y amargura; si estás lleno de gratitud y paz, serás fuente de gratitud y paz.

No podemos dar lo que no somos ni lo que no tenemos. Somos fuente de lo que estamos llenos.

Por eso, no llegues al 2001 diciendo “lo único que quiero es que se acabe este año de m…, y que el próximo año sea mejor que éste” porque estarás sembrando las semillas de tu propia infelicidad.

Mírate en el espejo de nuestros hermanos chilenos que, luego del terrible terremoto que les azotó, eligieron la canción "Gracias a la Vida" de Violeta Parra como tema de su campaña de reconstrucción! Frente a todo ese dolor y destrucción, penas, lágrimas y sufrimiento... le dijeron a la misma Vida que a muchas familias les habia quitado todo, le dijeron "Gracias, Vida” o “Gracias, Dios” o “Gracias, Universo” y agradecieorn desde el fondo de su corazón por los buenos momentos, por lo mucho o por lo poco, por las lágrimas y por el llanto, las risas... Pudieron elegir lamentarse. Pero no, ellos eligieron agradecer a la Vida por la Vida misma. ¿Tienes dudas de que les irá bien el 2011? Con esa materia prima, ¿tienes duda de que les irá bien?

Esta noches, antes de salir de tu casa rumbo a la fiesta en donde recibirás el 2011 o a donde vayas, escucha con los ojos cerrados “Gracias a la Vida” de Violeta Parra, una canción que es mucho más que una canción. Es una oración que nos muestra los milagros que ocurren cada día en tu vida.

Así te reconciliarás con la Vida, que es después de todo, reconciliarte contigo mismo, porque, si lo ves con cuidado, ni tu ni yo tenemos una Vida… sino que SOMOS LA VIDA. Hónrala, honrándote a ti mismo. Cúidala, cuidándote a ti mismo. Y lo demás vendrá por añadidura.

Ocúpate entonces, Hoy a las 11.59pm, de perdonar todas las ofensas recibidas, o al menos hazte el propósito de perdonarlas; de perdonarte o al menos prométete que te vas a tratar con cuidado, que nos vas a dejar que se instale en tu alma la amargura, que te vas a tratar mejor; y de agradecer, de agradecer a la Vida “que me ha dado tanto” y a todos aquellos que hicieron algo por ti, reconócelos. Sólo así tendrás una posibilidad de que el 2001 sea un año mejor.

Cuida tu alma y no necesitarás revoluciones. Cuida tu alma y estarás cuidando tu vida y la vida de todos los demás.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

¡Fue sin querer queriendo! (Barrios el vivo)


“¡Fue sin querer queriendo!” era una de las frases favoritas del Chavo del 8 cada vez que era confrontando por don Ramón, doña Clotilde o la mama de Kiko por haberle pegado un escobazo en la cabeza a alguien o haberse comido la torta de jamón de Kiko.

El genial Chespirito resumía en esta frase la definición más pura de algo que, curiosamente, es ajeno a los niños pero muy común entre los adultos: el cinismo.

El diccionario define el cinismo como “Desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables”, donde una acción “vituperable” es aquella que causa afrenta o deshonra.

Leamos algunas de las frases (¡joyas!) del ex Ministro Fernando Barrios:

- “Fue un cobro enmarcado en la ley, pudo haber descuido de mi parte (…)”

¿Enmarcado en la ley? Claro que sí, estoy totalmente de acuerdo! Un acto como éste está "enmarcado en la ley.." penal! Lean yde decidan ustedes si coincide o no:
"Artículo 383 del Código Penal: Cobro indebido.- El funcionario o servidor público que, abusando de su cargo, exige o hace pagar o entregar contribuciones o emolumentos no debidos o en cantidad que excede a la tarifa legal, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro”

- “… tiene que haber una respuesta política y no legal de mi parte…”

¿Política no más? O sea que, además de haber sido Presidente de Essalud y Ministro del Interior, ¿F. Barrios también es Fiscal y Juez? ¡Juez y parte? Porque yo entiendo que es el Fiscal a quien le corresponde calificar la ilicitud de la acción y al juez sentenciar, y no al que cometió el acto ilícito.

- “... tiene un ribete de carácter político y tengo que responder,”.

¿Ribete? Según el RAE “ribete” es indicio, asomo, un adorno en la conversación… es decir “una nadita”, un ornamento sin importancia, ni siquiera una responsabilidad política grande ni mediana sino solamente una “pizca” que casi ni se nota (volver a definición de cinismo)

- “Me despido con la frente en alto…”

Eso sí se lo creo. F. Barrios se va con la frente en alto y bien alto porque se encuentra sumergido hasta la nariz en la basura y podredumbre que ha salido a flote (y esperemos a ver qué más sale a la luz), que es lógico que salga con la frente en alto diciendo “¡No hagan olas!, ¡No hagan olas!”

- “.. evidenciando que creo en una nueva forma de hacer política.” .

De que cree, cree, eso no se lo niego, pero de allí a qué esa creencia se transforme en acción es otra cosa y, además, no sabemos de que nueva forma está hablando, ¿ética? ¿decente? ¿honesta? ¿transparente? Esta no parece ser la forma de la cual èl habla.

Pero, en todo caso… ¡Fue sin querer queriendo!

viernes, 29 de octubre de 2010

La ventanilla 52

Eso, la Ventanilla 52 ó "Las locas ilusiones..." me hicieron pensar
que los Registros Públicos (SUNARP) había cambiado.

Esta mañana fui a la SUNARP que tiene una (1) sola oficina para todo
Lima, una ciudad de 9 millones de habitantes, para obtener los tìtulos
archivados de una pequeña propiedad que tengo en San Borja.


Y estuve gratamente sorprendido de ver que había muchas ventanillas en
el primer piso muy bien iluminadas y de las cuales tal vez 35 eran
ventanillas de Caja, tres abogados con poncho rojo orientando a los
usuarios y un mòdulo de entrega de formularios. Recogì un ticket para
Caja y en menos de 1 minuto ya estaba pagando.


El caso es que en menos de 20 minutos, yo ya habìa ubicado las partidas
de inscripciòn que estaba buscando y obtenido copia de una de ellas.
Habìa hecho 4 ò 5 tràmites simples... !en menos de media hora! !Estaba
feliz! Tan feliz que hasta le enviè un mensaje de texto a mi abogado
(y amigo), Daniel, contàndoselo.


Faltaba sòlo un tràmite. "Es una maravilla", pensè, "a las 11.30 am, a
lo mucho, estarè libre."


- "Copia de tìtulo archivado, 8vo piso" - dijo la cajera - a quien le
especifiquè que querìa todo el tìtulo, todo el reglamento interno del
edificio y quien me cobrò la friolera de solamente 2 soles.


Y hacia allà fui´. La antaño temida área de consulta y lectura de
tìtulos, donde ademàs te hacen las copias de esos tìtulos. La ùltima
vez que estuve en el 8vo piso fue en 1993 y... ¡fue una pesadilla!
"Esa vez seguro serà diferente!" - me dije ilusionado.


En el 8vo piso me recibió un empleado que me recibió el Formulario de
solicitud, a quien le dije que `queria todo el reglamento interno y
quien leyò "detenidamente" mi solicitud para cerciorarse que no le faltara
nada y me dijo que "está bien, espere, por favor".


Y esperé, esperé media hora y me llamò para decirme que a mi solicitud
le faltaba especificar si queria todo el titulo o...sòlo una hoja...!



- Eso fue lo que le dije - le contesté y le di nuevamente el dato y me dijo:

- Vuelva en 1 hora y media.

Aùn de buen humor, volvì al cabo de 1 hora y media y, despuès de hacer
una fila de 15 minutos, me dijo:

- Le falta hacer un pago. Sus copias cuestan mas o menos 60 soles

- ¿Què cosa? Pero si yo ya paguè - le respondí - yo le expliquè
claramente a usted y a la cajera y a todos!


- No, me dijo, su pago es de 60 soles y a usted sòlo le han cobrado 2
soles. Paguè los 60 soles, dejè su solicitud y vuelva en 1 hora y
media.


- ¡Què!!!! ah noooo!! - le dije, y reclamè, piteè, me indignè, pero
nada habia que hacer... salvo pagar.


Volvì a presentar la solicitud y preguntè a la cajera què dònde podìa
presentar una queja.


- Defensorìa del usuario, 2do piso - respondiò poniendo cara de que le
estaban poniendo un supositorio. Y hacia allá fui, del 8vo al 2do piso.


En Defensorìa del usuario, habìa una dama que, bloqueando la puerta
con su cuerpo me preguntò:

- ¿Sì, señor? ¿Què desea?

- Pues, deseo hablar con alguien en esta oficina para presentar un
reclamo- respondì, con amabilidad.

- Ventanilla 52, 1er piso - replicò. - Alli le daràn un pase.

Y hacia allá fui pensando que debìa ser una ventanilla que resolvìa
los casos màs simples para descongestionar a la defensorìa. Y resultò
que en primer piso.. ¡sòlo habìa 51 ventanillas!


Después de buscar un poco y preguntar, descubrí que la ventanilla 52 se
encontraba en un rincòn oscuro entre la escalera y los ascensores.

- ¿Es qué lo harán a propósito? -pensé

Una vez allí, expresè a la empleada de la Ventanlla 52 lo que deseaba y èsta
escribiò en un papelito de de 6cm x 4cm mi nombre (lo cual pude haber
hecho yo) y me dijo que ya, que ya podìa ir a Defensorìa.


En Defensorìa, la empleada recibiò mi Pase, y puso un nùmero (que
tambièn pude haber hecho yo)


Una vez dentro, vi que la empleada que atendìa estos casos era una
mujer guapa, delgadita y joven y que justo en ese momento estaba
atendiendo a un usuario a quien le habìan hecho pagar ma o menos 20
soles para "visualizar" una partida en al cual se hacia referencia a
otra partida, que era la que a èl le interesaba... su problema era que
dicha Partida... ¡No existìa! Y este usuario, quien pedìa la
devoluciòn de su dinero, recibiò como respuesta:


- Lo siento, señor, pero no existe un procedimiento para devolver
dinero. Puede quejarse a donde quiera y no se lo van a devolver.


Asi que cuando llegò mi turno, y ya estaba calmado y en aceptaciòn
total, le dije a la guapita:


- Señorita, sea sincera conmigo, ¿aqui me van a resolver el problema o
esta defensorìa sòlo es una Diazepan? Usted me entiende... que es sòlo
para calmar al usuario dàndole la sensaciòn de que realmente importa.


La guapa puso de que le estaban poniendo no uno sino 2 supositorios, y al
mismo tiempo y me dijo:

- Depende, señor.

Le expliquè que ya llevaba 2 horas esperando, que me habìan pospuesto
la entrega y que me habian dicho que volviera en 1 hora y media. Ella entonces llamò al temido 8vo piso y despuès de una charla con el empleado a quien 15 minutos antes
yo habia querido estrangular (o sea que ya habia consumido 15 minutos
de la hora y media extra que me tocaba esperar), me dijo con un gesto
dulce y llena de orgullo por el trabajo bien hecho:


- Ya, señor, dicen que disculpe que hay sobrecarga de trabajo y que
sus copias van a estar listas a las 2pm, o sea, en 1 hora y 15
minutos... ¡PLOP! (que era lo que exactamente lo que me faltaba esperar sin intervención de la defensoría!)

Pero ya no me enojé... la miré con compasión y le dije:
- Gracias, señorita, la verdad... ¡No envidio su trabajo!

Y aqui me tienen, me fui a bucar una cabina pùblica de internet para
contarles esto.


Y ya son las 2pm... y me toca ir por mis copias.... ¿habrà acabado
aqui esta historia? ¿o tendrè que esperar otra vez 1 hora y media, ir
a la Ventanilla 52 y luego a presentarle mis respetos a la guapa
empleada de Mecedoría...* uy, perdòn, quise decir, Defensorìa del
Incauto... uy, perdòn otra vez, quise decir del Usuario...

Ya les cuento.
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Desenlace de la historia:
El desenlace es que me dieron mis documentos a las 2.30pm y estos eran un legajo de no más de 30 paginas con lo que cada fotocopia me terminó costando 5 soles (casi 2 dólares)... total 62 soles o 22 dolares... es decir, de costoso que ni en un FEDEX de los EEUU! con la agravante de que en el Peru una fotocopia en cualquier tienda te cuesta 0.10 soles... pero, ya me dio mucha pereza pedir a la Defensoria que "me defienda", más aún cuando primero hubiese tenido que pasar por la ventanilla 52... ;-)
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Notas:
* Mecedoría viene de la jerga peruana Mecedora, Mecer que significa engañar, hacer el tonto al alguien.
































jueves, 26 de agosto de 2010

¿Sabes silbar?


(Foto tomada del Blog "La vida es silbar")
"¿Sabes Silbar?" es una historia que combina lo humorístico y lo cálidamente humano (…) La obra se desarrolla con Alex y Leo, dos amigos decididos a adoptar un abuelo, por lo que se dirigen a un asilo para compartir y disipar sus dudas. ¿Sabes Silbar? no sólo muestra la importancia de las cosas "comunes" de la vida, sino que hace una reflexión acerca de un asunto de vital importancia para todo niño de cualquier parte del mundo: el saber silbar con la boca, con la lengua, con los dientes y con el corazón. De esa forma, se plantea la importancia de construir enlaces, puentes entre generaciones y ofrecer una perspectiva interesante para la vida diaria de algunos niños y niñas, como saber silbar y tener un abuelo, que si no se tiene se puede elegir." (Fuente: Artículo "¿Sabes silbar?")
Debido a una situación que me ocurrió hace muy pocos días aquí en Buenos Aires, leí este artículo y muchos otros, todos sobre el arte de silbar.
Leí, por ejemplo, que en la Isla Gomera de Canarias existe una suerte de lenguaje hecho de silbidos.
Se llama Silbido Gomero y permite comunicar cualquier idea que se le ocurra al hablante, con los mismos detalles y precisión que un lenguaje hablado. Pueden decir, por ejemplo, "Fulano está enfermo" o "Vente a comer y de paso trae agua por favor".
Recordé que cuando tenía 12 años llegué a vivir al barrio de Los Pinos en Chimbote, mi pueblo natal, y lo primero que llamó mi atención fue que los muchachos se comunicaban entre sí utilizando silbidos. Algunos de dichos silbidos decían "hey, estoy aquí, abre la puerta" o "estoy en la otra esquina" o "quién eres" y otros "soy fulano". Éramos capaces de reconocer las características particulares de cada uno de nosotros cuando lo único que podíamos ver eran siluetas y entonces sólo escuchando el silbido podíamos decir "ese es Pepe".
La nota de humor la daba mi buen amigo Armando Vera, quien además de ser negado para los deportes también lo era para los silbidos. Pero como Armando tenía una personalidad arrolladora, especialmente con las mujeres y en los negocios, él se las arreglaba imitando los silbidos con la voz… lo que nos hacía carcajear…!
El tema es que yo crecí entre silbidos y por eso, hace tres tardes, mientras paseaba por el barrio San Telmo de Buenos Aires, venía silbando suavemente el tango Por una cabeza de Alfredo Le Pera, pues con el tiempo, he aprendido no sólo el lenguaje silbado del barrio sino también a silbar melodías complejas de principio a fin, como Pájaro Choguí, algunos fragmentos de Carmen de Bizet y muchas otras melodías. Silbar para mí se ha convertido entonces en una manera de rendirle homenaje a una canción y también una forma de expresar la alegría de mi alma, mi Ser más auténtico e impoluto.
Y es por todo esto que no entiendo cómo hay sociedades o personas que pueden considerar al Silbido melódico una falta de educación, y lo que es mucho peor, cómo se puede juzgar de esa manera tan superficialmente una expresión de alegría tan pura, hermosa e inofensiva.
Por tres días me pregunté si era verdad que en Argentina silbar en público era mala educación. Y lo peor es que yo no sólo suelo silbar cuando camino por las calles sino que ¡hasta canto! en voz bajita pero canto! y de hecho, muchas veces he logrado desentrañar los secretos de ciertas inflexiones vocales mientras caminaba por las calles de Lima, Madrid y ahora Buenos Aires donde por fin he logrado hacer ciertas frases de la canción Lucía de Serrat tal como me gusta.
Así que pedí varias opiniones de amigos argentinos. Todos me dijeron lo mismo, que No, que el silbido melódico no lo era. Que llamar a una persona silbando si era rudo pero el silbido melódico no. Mi buen amigo Mario fuer especialmente enfático y subrayó con esa dulzura típica de los porteños que "si a alguien le molesta, che, ¡decile que no te hinche las pelotas!"... que es la versin airada del verso de Silvio Rodríguez que dice: "¿Te molesta mi amor?"
Pero, aún así no me convencían... hasta hoy por la tarde cuando escuché que Ruth, una alemana con quien compartía el tour en bicicleta por La Boca, venía silbando Mi Buenos Aires querido. Emocionado, sonreí de inmediato, sin palabras, como si estuviese en la esquina de mi barrio, le respondí con "Caminito que el tiempo ha borrado, que juntos un día nos vieron pasar.."
Era una señal del Universo, pero no sería la única... pues tres horas después, mientras volvía a casa en tren, se sentó a mi lado un hombre de más o menos 55 años que utilizaba unos pequeños audífonos y supe que la melodía que escuchaba era una de las más hermosas canciones de Los Beatles: "Let it be" (Déjalo ser) porque él la venía silbando suavemente con los ojos cerrados...
Esta fue la segunda señal. Sonreí y di gracias a Dios y al Universo por permitirme ver la verdad en esos momentos mágicos y hacerme saber que debo seguir silbando... con la boca, con la lengua, con los dientes y con el corazón.

miércoles, 21 de julio de 2010

¿Qué quieres jugar?



Siempre lo digo, los niños pueden ser pequeños maestros en el arte de la vida, si sabemos escucharlos.

Llegué hace unos días a casa de Dawlish, una amiga venezolana, y Arturo, el menor de sus hijos, un niño de 9 años, me recibió con esta pregunta:
- “¿Qué quieres jugar?”

La pregunta, corta y simple, me dejó pensativo por unos segundos.
Me pregunté cuantas veces los adultos nos juntamos con un buen amigo y lo que hacemos es conversar y conversar, y no jugamos.
Recordé que cuando yo era niño y los tíos y amigos demis padres traían a sus niños a casa, yo me acercaba a ellos y les preguntaba directamente:
- “¿Te gustan los chistes?”

Y las respuestas siempre fueron “Sí”. Y entonces nos poníamos a contar los mejores chistes que podíamos recordar y reíamos, reíamos como locos, y luego venían los juegos, uno tras otro. Era hermoso.

¿Por qué cuando crecemos y nos hacemos adultos nos olvidamos de eso? ¿Por qué hemos olvidado que una de las cosas más hermosas que se puede hacer con un amigo es jugar o contarnos chistes? En lugar de esto, preferimos hablar exclusivamente de cosas serias, de negocios, de trabajo, de nuestros problemas y sobretodo, preferimos discutir, tener la razón, dejar sentada nuestra opinión.
¡Nunca hablamos de cosas realmente importantes!

Si vamos un fin de semana a la playa o un domingo al parque, nos dedicamos casi exclusivamente a comer o beber vino o cerveza. ¿Qué pasó con las escondidas, la charada, el pega-pega, el mata-gente y el chicote caliente? ¿O un buen partido de volleyball o futbol playero?

¿Cuándo ha sido la última vez que hemos llegado a una fiesta o casa de un amigo y en lugar de hablar de política o negocios o las últimas ofertas del mes en los Mall (yo odio ésta en especial), y hemos ido directo a lo más importante con frases tan simples como:
- “Hey, muchachos, ¿Qué quieren jugar?”, o “¿Te gustan los chistes?", o ”Sabes la última de....?"

Si hay algo que me entusiasma siempre son las pequeñas pero profundas lecciones que nos dan niños, como la que medio Arturo.

viernes, 21 de mayo de 2010

Lo que creo de mi Dios... y el tuyo



Si en algo se parecen algunos de mis amigos católicos del Perú con mis amigos bautistas y evangélicos de los Estados Unidos, es que para ambos yo soy ateo. Ni siquiera agnóstico, que es la mayoría de veces la versión políticamente correcta del primero, sino ateo.

Pero, no, lamento mucho decepcionarlos. No soy ateo, sino que creo en Dios tanto como ustedes y la única diferencia entre ustedes amigos católicos, bautistas y evangélicos y yo, tal vez sea que para mí, ese Dios en el que creo, que es el mismo Dios en el que cree mi padre, es un Dios tolerante, que no me alienta a poner etiquetas ni me exige creer a ciegas en que él es el único y que fuera de él no hay salvación. De hecho, me alienta a respetar a los Dioses de los demás, aun a sabiendas de que son diferentes, y me alienta a alentar a los creyentes de otras religiones y a beber de ellas, porque sabe cuántos crímenes se ha cometido en la historia haciendo uso de su nombre.

La tolerancia, señala el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española es “respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias,” por lo que la Intolerancia, según el mismo diccionario, es la “falta de tolerancia, especialmente religiosa.”

Uno de los más grandes logros de la democracia contemporánea ha sido separar a la religión de la política, dejando la primera en el ámbito estrictamente personal y la segunda en el público.

El derecho a la libre expresión y a una prensa libre, que varios de mis apreciados amigos periodistas encarnan, es hijo legítimo y producto de esta separación. La paz es la hija.

Lo reprochable de dictadores como Polpot, Stalin, Castro y muchos otros de izquierda no es el hecho de ser ateos sino el tipo de régimen político que encarnaron y encarnan, del mismo modo que lo reprochable de dictadores como Somoza, Pinochet, Stroessner, Videla, etc. no es que hayan sido católicos sino que fueron dictadores.

La historia del mundo está llena de seres humanos ateos o que profesaron religiones no cristianas y son hoy modelos de santidad, compasión, espiritualidad y bondad, como Gandhi. Y también está llena de hombres religiosos que jamás faltaron a misa los domingos y caminaban con la biblia en la mano invocando el nombre de Dios a su antojo para justificar sus actos, a la vez que encarnaban terribles dictaduras que invadían, asesinaban, torturaban, etc.

La colonización misma de las Américas, que facilitó la cristianización de este lado del mundo, fueron sucesivos actos de rapiña, exterminio, servidumbre, esclavismo y explotación humana donde el control militar de la espada y el mosquete iba mano a mano con la evangelización como herramienta de control de la mente.

Preguntémonos ¿por qué el Sur de los EEUU, habiendo sido la región más esclavista y racista, ha sido desde siempre la más cristiana? ¿Cómo conciliaban los bautistas sureños de los siglos 17, 18 y 19, su fe en Cristo con el hecho de tener esclavos?

Y aún hoy,

¿Cómo concilian ciertos políticos estadounidenses sus discursos intolerancia contra los inmigrantes con ir al mass service cada domingo e invocar el nombre de Diós, “God saves USA”?

¿Cómo concilian ciertos políticos latinoamericanos sus demostraciones públicas de religiosidad con sus actos corruptos?

¿Cómo podría conciliar yo mi posición contra la intolerancia de las políticas anti-migrantes si al mismo tiempo coloco una etiqueta en la frente de cada persona que no cree en el mismo Dios que creo yo?

¿No me convertiría acaso en un intolerante más?

Cada vez que cuestionamos a un gobernante, político o líder social por ser ateo o por no creer en el Dios que nosotros creemos, estamos mezclando política con religión y no somos diferentes de los fanáticos religiosos de otras religiones a quienes criticamos.

Tal vez la única diferencia entre ellos y nosotros es la intensidad y la lejanía del lugar hasta donde llevamos nuestra propia intolerancia. Pero, la intolerancia es lo que es, grande o pequeña.

Creo en el Dios cristiano, como Gandhi creía en sus dioses hindúes y cómo los budistas creen en el Nirvana y los taoístas en el Tao. Me regocijo y aprendo de ellos y de su fe, todo aquello que no tiene la mía, con lo cual ejercito la humildad, poderosa virtud cristiana que es lo opuesto de la arrogancia, que es el creerse el dueño de la Verdad.

Pero no me atrevo a pretender que mi Dios sea el único Dios verdadero y que todos los demás son falsos, de la misma forma como Mahatma Gandhi (Alma Grande) jamás lo pretendió y de la misma manera como Jesús respondió que había que darle a Dios lo que es de Diós y al César lo que es del César, adelantándose 18 siglos a las revoluciones liberales y democráticas que consagraron la separación de la religión (lo que es de Dios) de la política (lo que es del César).

Aquellos que llamo “mis amigos”, lo son no porque crean en el mismo Dios que creo yo, sino porque me aceptan como soy, van por la vida conectados con sus emociones y actúan más por amor que por miedo.

La religión verdadera no existe porque la religión es un sistema de creencias y las creencias son infinitamente diversas. Aunque, si acaso sí existe, es –como lo dijo el Dalai Lama- aquella que me aproxima más a Dios, al infinito, aquella que me hace mejor, aquella que me hace más compasivo, más sensible, más desapegado, más amoroso, más humanitario, más responsable, más ético.... la religión que consiga hacer eso de mi es la mejor religión… cristianismo, hinduismo, budismo, islamismo, da igual, son la bondad de mis sentimientos y mis actos lo que cuenta, no mis creencias.

Mis amigos cristianos bautistas y evangélicos me dirán “yo tampoco creo en la religión sino que tengo una relación personal con Dios”, pero yo sé que eso es sólo un juego de palabras. Todos tenemos una relación personal con Dios, buena o mala, la tenemos, y siempre es personal porque depende sólo de cada uno de nosotros y somos los únicos y exclusivos responsables de lo que ocurra en ella y de sus consecuencias.

Pero, si te digo que no creo en las religiones y acto seguido te digo, expresa o tácitamente, que mi Dios es el único verdadero, ¿no es esto una creencia? ¿no es esto intolerancia?

Y mucho peor si juzgo a alguien como bueno o malo en base a eso y le pongo la etiqueta de ateo sólo porque no cree en lo que creo yo.

Las creencias no son actividades del corazón sino de la mente y como bien lo dijo Fedor Dostoievski en los Hnos. Karamazov, siempre será mucho más fácil encontrar a Dios en el corazón humano que en la mente humana.

Creo en mi Dios. Amo a mi Dios. De la misma forma que tú amas al tuyo, querido amigo. ¡

Y debe ser un Dios maravilloso el tuyo! ¡Mira la amistad tan hermosa con que me honras en nombre de él!

jueves, 11 de marzo de 2010

Conmemorando el Día de la Mujer… que llevamos dentro


Somos los hombres a quienes nos hace falta celebrar a la mujer, porque es celebrarnos a nosotros mismos.

El 8 de marzo de cada año se conmemora en todo el planeta el Día Internacional de la Mujer. Y, como es lógico en una sociedad patriarcal y dominada por valores masculinos (machistas), son sobre todo las mujeres quienes salen a las calles con carteles y pancartas, y las mujeres presidentes, ministros, líderes y heroínas las que hacen uso de la palabra y se esfuerzan por celebrar los logros en igualdad de género y de oportunidades.

Pero, ¿cuál es el significado de esta fecha para nosotros, los miembros del género sexual masculino? O ¿no tiene significado alguno? Algunos responderán con el manido “bueno, varón, es que mi santa madre es una mujer, y mi esposa y mi hija…”. “Está bien- les responderemos- ese es el significado para ellas. Pero, ¿para tí, varón? ¿cuál es el significado?”

Veamos.

Biológicamente, dice Harville Hendrix en Keeping the love you find (1992), todos nosotros cuando fuimos embriones, fuimos hembras y así continuamos durante seis semanas, hasta que la existencia del cromosoma “Y” empezó a crear las características masculinas en aquellos que estábamos destinados a ser varones, por lo cual una buena parte de la esencia de todos los hombres, hasta las de los mas “machazos”, es en realidad femenina.

Después de nacer, el proceso de socialización se encarga de sepultar esa parte femenina de nuestra esencia y nos educa para ser “hombres machos”, es decir, se nos enseña que, por ser hombres, debemos vestir, actuar y hablar de una manera determinada, debemos mostrarnos siempre fuertes y jamás aceptar nuestra vulnerabilidad, reprimir nuestras emociones (“los hombres no lloran”) y, en suma, proveer, proteger, ser el jefe, dominar, etc. mientras asignamos a la mujer las labores de cuidar a los niños, cocinar, ser abnegadas, sumisas, altruistas y respetar y servir al hombre; con lo cual se mutila la mitad de lo que realmente somos.

Y todo y todos colaboran en esta empresa de mutilación de la mitad del Ser que realmente somos, en donde las víctimas son no sólo las mujeres que sufren las agresiones de maridos, padres, compañeros de trabajo y empleadores machistas, sino también los propios hombres que llevamos una vida de penurias e infelicidad, negándonos nuestra esencia, viviendo una vida llena de neurosis y haciendo infelices a los que nos aman. Las guerras, si lo vemos bien, no son otra cosa que una proyección colectiva, amplificada, de la neurosis y frustración masculina que causa la mutilación de nuestra parte femenina.

Por ello, soy un convencido de que todas las ideas que pretenden resolver los problemas sociales, en especial el de la violencia, están destinadas a fallar si no enfocan el problema de la mujer. Pero éste, no es solo el problema de cómo ampliamos y fortalecemos los derechos de las mujeres en todos los países del mundo, sino también cómo logramos modificar la fuente de la cultura machista. Y la única respuesta que viene a mi mente es que sólo lo lograremos si logramos que los hombres reconozcamos que nuestra esencia original es femenina y aprendemos a celebrarla. Somos los hombres, más que las mujeres, quienes necesitamos a gritos celebrar el Día Internacional de la Mujer, porque es celebrarnos ese Yo soy que la sociedad y educación machistas nos ha enseñado a ignorar. Es celebrarnos a nosotros mismos.

Aunque la tarea no es fácil porque la sociedad y cultura toda está construida sobre la base de la negación de esa parte femenina del varón y la distorsión de nuestros orígenes, sobre todo viniendo del ámbito religioso cuyos dogmas nos enseñan que la mujer fue hecha de una costilla del hombre, con lo cual el mensaje es que nuestra esencia más pura es masculina, inclusive el de las mujeres, con lo cual se sotierra se desfigura la verdad y nuestras posibilidades de ser y hacer felices a los demás. Pero claro, esto resulta muy difícil de cuestionar porque se nos ha dicho que cuestionar los dogmas es cuestionar la Fe y, por ende, cuestionar a Dios.

La conmemoración del Día Internacional de la Mujer, por lo tanto, nos involucra a todos, especialmente a nosotros, los hombres, que por miles de años nos hemos negado a aceptarnos. Los resultados hablan per se, los hombres que están en contacto con su lado femenino son niños más felices y cuando crecen, son siempre esposos y padres amorosos y terminan educando hijos más felices y más capaces de hacer felices a su futura familia.

martes, 9 de marzo de 2010

Chimbote al 2040: el papel de los emigrantes en su desarrollo


Las migraciones, esos desplazamientos de grupos humanos que se alejan de sus residencias habituales hacia otro lugar, suelen ser vistos como un problema por los países de destino. Pero, en realidad, no lo son. Las migraciones son un fenómeno que existe desde que existe el Ser Humano, y que se da en muchas otras especies animales. Es algo que ocurre y seguirá ocurriendo más allá de nuestros deseos.

Las migraciones son el síntoma más claro de que la historia es dinámica y no estática. Son un flujo que tiene impacto en aspectos tan importantes como la seguridad internacional, los derechos humanos, la estructura social, la salud pública, la educación, la identidad nacional, los valores y la economía tanto los países de origen como de los de destino.

Estudios sobre las migraciones

La tendencia, sin embargo, es a realizar investigaciones acerca del impacto que tienen los inmigrantes en los países de destino, descuidando el estudio de los efectos en las sociedades de origen, sobre todo en las regiones de origen. Y en estas, muchas veces, se tiende a soslayar el papel que el fenómeno migratorio y la diáspora regional en el extranjero han jugado y seguirá jugando en el desarrollo de dicha región.

Basta ver el programa oficial del Fórum Chimbote Rumbo al 2040 que, organizado por el Colegio de Ingenieros del Perú, se realizó en febrero de 2010, para notar que existieron dos enormes vacíos: el desarrollo de capital social[2] y el papel de la diáspora chimbotana en el extranjero.

Migración, capital social y desarrollo están estrechamente ligados.

Y esto es especialmente delicado en tanto en Chimbote siempre ha existido un gran nivel de desarraigo y desvinculación, debido, en una primera fase, a la alta tasa de inmigrantes venidos de zonas interiores atraidos por la bonanza económica, que dificultó la formación de una identidad cultural y social; y, en una segunda etapa, por el descenso dramático de la tasa de crecimiento demográfico y la tasa negativa de inmigración que el 2007 fue de menos 0.1 %.

Chimbote: ¿tierra de inmigrantes o emigrantes?

Su fase de importador de inmigrantes (1940-1981) se dio en el marco de un crecimiento económico espectacular basado en la industria pesquera, la siderurgia y la construcción de embarcaciones, lo que atrajo miles de inmigrantes. En la actualidad, sin embargo, la tasa de crecimiento inmigratorio es negativa, de -0,1%, y su fuerza de trabajo se sustenta en la economía informal, del comercio y servicios.

Nuestra ciudad creció a un ritmo promedio de 13.5 % entre 1940 y 1961, ocasionado por el desarrollo siderúrgico y pesquero; y 9.4 % entre 1961 y 1972. La crisis de la industria pesquera significó un decaimiento del crecimiento demográfico, aunque este siguió siendo alto, de 3.4 % entre 1972 y 1981.

Desde entonces, Chimbote ha experimentado un decrecimiento demográfico sostenido convocando cada vez a menos gente hasta transformarse en un exportador neto de emigrantes. Así, en los dos periodos siguientes, 1981-1993 y 1993-2007, a la vez que el crecimiento poblacional se contrajo a 3.4 % a 1.3 % y 1.2 %, respectivamente, la tasa de crecimiento de la inmigración dio la cifra de menos 1 por ciento (- 0.1 %). No obstante el 31,1% de la población de esta ciudad es inmigrante.[3]

De lo que debemos ser conscientes es de esto: de la misma forma que en el pasado el altísimo crecimiento demográfico, las oleadas de inmigrantes y la pauperización y el desarrollo caótico de la ciudad fueron síntomas de una fugaz bonanza económica muy mal aprovechada y una pobreza extrema de capital social, de esa misma forma, en el presente y el futuro, la pobreza, la marginación, el crecimiento negativo de la inmigración y la todavía situación caótica de la ciudad son síntomas de una economía endeble y una todavía extrema pobreza de capital social. En otras palabras, la receta perfecta para la perpetuación del sub-desarrollo.

El fenómeno migratorio en Chimbote

El caso es que, con excepción de los documentos del Instituto Nacional de Estadísticas (INEI) sobre las Migraciones internas en el Perú y algunos artículos muy interesante sobre la migración peruana en Chile, no hemos encontrado estudios sobre la migración de población chimbotana, sus causas, sus formas, los vínculos que conservan con parientes y amigos, etc. Es decir, todo aquello que nos permitiría incorporar a los emigrantes chimbotanos en el desarrollo de nuestra región creando una especie de sociedad chimbotana transnacional, mecanismos de vinculación enfocados en el plan de desarrollo al 2040 y programas de apoyo a las comunidades o barrios de emisión de emigrantes, tal como lo vienen haciendo el gobierno federal de México en los Estados Unidos con un plan masivo dirigido por el IME y el gobierno regional del Junín con su programa Junín Global. La emigración puede ser un factor de co-desarrollo.

En un mundo profundamente globalizado, no podemos ignorar el papel de los emigrantes bajo riesgo de fracasar.

La encuesta

Para ello, es necesario empezar por reunir la información básica, es decir: cuándo y por qué razones emigraron, edades, sexo, ocupación, número de chimbotanos en el exterior, principales lugares de residencia, organizaciones de chimbotanos, tipo y frecuencia de vinculaciones con sus comunidades de origen, etc., es decir, un trabajo gigantesco que hemos decidido empezar hoy con nuestra Encuesta sobre las Causas y formas de la emigración de población chimbotana al extranjero.

De la misma forma como reconstruimos la historia de Chimbote a través de fotografías, cuentos y novelas, también nos toca hacerlo conociendo cuántos nos fuimos, hacia donde, cuáles son nuestros vínculos y cuán frecuentes.

Encuesta: http://www.tfaforms.com/146241

Por lo tanto, les invitamos, queridos paisanos, Chimbotanos que viven en el extranjero, a responder la Encuesta sobre las Causas y formas de la emigración de población chimbotana al extranjero, y a difundirla entre sus amigos chimbotanos en el país donde se encuentren. La encuesta es totalmente anónima y consta de sólo 16 preguntas objetivas. Mientras más respondan, más rica y fidedigna será nuestra historia y más brillante nuestro futuro.

Agradecemos desde ya a Revista Chimbote News y Out Peru por su apoyo en la difusión de esta Encuesta en línea.



[1] Chimbotano, abogado, diplomático, magíster en políticas públicas y sociedad civil, investigador independiente.

[2] El Capital Social es esa riqueza de una sociedad que radica en el grado de colaboración y confianza y solidaridad entre las personas y grupos, a partir de tres fuentes principales: la confianza mutua, la aplicación efectiva de la ley y las redes sociales.

[3] Crecimiento de la Población de Chimbote de 1940 a 2007: 4,243 hab. (1960); 59,990 hab. (1961); 160,430 hab. (1972); 216,579 hab. (1981); 282,279 hab. (1993) 334,568 hab. (2007) (Fuente: INEI)

No me llevo bien con los adultos


No me llevo bien con los adultos. Los niños son más sensatos e infinitamente más divertidos.

Los niños hablan de cosas realmente importantes, como por ejemplo, ¿a qué jugamos?

Los adultos, cuando quieren enamorarse, se citan a conversar en un café y hablan, mientras muestran sus habilidades para comportarse en la mesa y sus conocimientos de enología y etiqueta. Pretenden, lucen, actúan, exponen sus ideas, discuten, fanfarronean, e intercambian nombres, ocupación, correo electrónico, curriculum vitae, pedigree, preferencias culinarias y números de teléfonos. Y así entonces creen conocerse.

Algunos otros, los más aburridos y sicópatas, como siempre están demasiado ocupados para divertirse, cuando quieren enamorarse, buscan un match-maker cibernético que les ponen frente a unas extrañas vidrieras virtuales donde unos a otros se venden como se vende la carne, cebollas y tomates en el mercado.

Los niños, por el contrario, nunca quieren enamorarse sino que simplemente… se enamoran, porque el amor en ellos fluye naturalmente como el agua de un arroyo. Y cuando eso ocurre, el enamorarse, se instalan en cuanto pueden justo frente a los ojos de la niña que les quita el sueño y le dicen, por ejemplo, “¿te gustan los chistes?” Y así, juntos, solos o en grupo, ríen, ríen desaforadamente que hasta los mocos se les caen.

Algunos otros, los más graciosos, gritan y bailan como monos, juegan con su saliva, corretean, vociferan, juegan a las escondidas, al chicote caliente y el mata gente, aunque les digan que esos juegos son incorrectamente políticos. Si es necesario, organizan campamentos, caminatas, partidos de vóley y fulbito, fogatas, y cantan, desafinadamente, cantan… y mientras lo hacen, se conocen y, mejor aún, se re-conocen unos a otros verdadera, sencilla y profundamente.

Por eso me gustan los niños, porque saben que el amor verdadero sólo es posible hacia aquello que se re-conoce.

sábado, 13 de febrero de 2010

Aquí no se gana pero se goza

Después de vivir cinco años en los Estados Unidos, debo admitir que uno de los rasgos de la política peruana que más extraño es su capacidad para hacerme reír.

Justo cuando parecía que las campañas presidenciales estarían sazonadas por una alta dosis de aburrimiento (Ej. ¿Se imaginan un debate entre Castañeda y Humala?), Jaime Bayly y Tongo unieron fuerzas para demostrar que, de verdad, en la política peruana, puede ser que no se gane, pero se goza y hasta se aprende.

Y digo que se aprende porque los papeles que en la obra de la política peruana juegan estos dos personajes contienen datos valiosísimos de la realidad peruana, siempre que, claro está, se sepa leerlos.
Bayly, para empezar no es un payaso, o al menos no es más payaso que muchos políticos y congresistas, ni tampoco pretende representar a los candidato de los sectores populares. Su motivación no tiene nada que ver con reivindicaciones de los conos sur y norte de Lima o provincias más pobres sino que es únicamente una reivindicación del derecho a la libertad personal, en este caso, el derecho a la libertad de “armar chongo y meter vicio” allí donde el panorama luce aburrido y los protagonistas son ídolos con pies de barro fácilmente “vacilables.”
Tongo, por su lado, tampoco se ha convertido en el músico de los empresarios o, como dijo Humala, del poder económico. No. Tongo, simplemente quiere vender más de su música, ganar más dinero, aunque sin darse cuenta en la letra misma de su popular “Jaime pa’ presidente” ha dejado entrever cuál es el valor primero y último que lo motiva: la igualdad.
No por casualidad la letra de la canción dice: “Era un niño muy diferente a todos los demás, a pesar que lo tenía todo, le gustaba la igualdad.” Es decir, ¿diferente a quienes? ¿Cómo se es diferente y a la vez amante de la igualdad? Este verso de la canción es muy expresivo. Para Tongo, Jaime era diferente a todos sus compañeros de colegio y universidad, etc. a quienes no les gustaba la igualdad, es decir, que, según él, estos discriminaban o utilizaban la estructura desigual de oportunidades y resultados de la sociedad peruana para tener éxito a costa de los peruanos como él (como Tongo) y perpetuar la desigualdad.
Esto es, que resulta que la ecuación Bayly-Tongo es la mezcla de los dos valores de las relaciones humanas que ha resultado siempre tan difícil de mantener, libertad e igualdad, capitalismo y socialismo, etc.
A Bayly no le interesa Tongo ni su mundo, sino lo que el cantante pueda darle, esto es, música para sus parodias y más rating. A Tongo tampoco que le interesa Bayly, sino la publicidad que salir en El Francotirador significa. Es una asociación de intereses económicos con impacto en la esfera política similar a la que tuvieron varios artistas de la farándula peruana con Fujimori, con la diferencia de que no hay compra de conciencias, porque en este caso ninguno de ellos tiene la necesidad de ser o parecer serio, sino todo lo contrario, mientras más “chongueros” mayor es su aceptación. ¿Por qué? Por que su falta de seriedad es, precisamente, la fortaleza de ambos y lo que los asemeja.
Y no tengo que ser mago o poder leer la mente de las personas. Yo, al igual que todos los peruanos que fuimos adolescentes en los 80s y antes, fuimos fervorosos oyentes de discursos maravillosos en labios de magníficos caudillos, de izquierdas y derechas, que prometían el oro y el moro y hablaban con tanta seriedad… y les creímos. Eran los años de nuestra inocencia política cuando no conocíamos el significado de la palabra cinismo y, por ende, lo que decía el candidato, ¡tenía que ser cierto! ¡Si lo está diciendo en público!
Será por eso que Susy Díaz fue congresista y que tal vez Jaime Bayly llegue a ser presidente. Es decir, si igual se que me están mintiendo, por lo menos, diviértanme.
En todo caso, por el momento, todos ganan, menos los políticos serios sin sentido del humor: gana Bayly, gana Tongo, gana la política peruana porque la comedia “Jaime pa’ presidente” tiene el mismo efecto que los vladi-videos en tanto permite desnudar los vicios, contradicciones e hipocresías de la política peruana y de los candidatos. Y ganamos nosotros, que nos reímos a carcajadas.
A reír entonces, a gozar… mientras se aprende.