martes, 19 de septiembre de 2017

Cambio es una cosa; la aceptación es otra



Ayer hablaba con una amiga sobre los problemas y retos que nos plantea la vida y, haciendo oídos a mi intuición, le dije esto: la vida toda está fundada en el cambio y la aceptación.

"La vida toda está fundada en el cambio y la aceptación" había dicho pero no sabía en ese momento con exactitud por qué lo había dicho.

Si me hubiera pedido una explicación, habría tenido que callar, fruncir el ceño y posar una miada reflexiva mirada hacia la derecha, luego a la izquierda murmurando "hmmm", qué es lo que hago cuando me pescan con la guardia medio baja y estoy buscando una explicación contundente que sé que tengo, pero no en ese instante.

Lo cierto es que lo dije porque me pareció una combinación poderosa. Y solo después, se me ocurrió esta reflexión que aquí comparto con ustedes, queridos lectores.

¿Qué es lo único en esta vida que no cambia?

Solo una: es el cambio. Y no es algo menor que podamos ignorar o soslayar. ¡Es una fuerza del universo! ¡La más poderosa de todas! Más que la fuerza de gravedad.

Frente a él, puedo tener dos actitudes: o me resisto o lo acepto. Y solo pueden pasar dos cosas:
  • Si me resisto a lo que no puedo cambiar, esto me somete, me hace prisionero y sufro.
  • Si acepto lo que no puedo cambiar, me transformo y consigo paz interior.
Entonces, ¿cómo puedo vivir en armonía con esto del cambio y la aceptación?

Es simple, son solo tres pasos.

El primero es reconocer una de las más grandes paradojas de la existencia humana que es que solo cuando me acepto a mi mismo tal como soy, puedo cambiar.

El segundo es que reconocer que el cambio es tomar conciencia de lo que hay y de que las cosas son de esta manera y no de otra.

Y el tercero, que aceptar que las cosas son como son y no como deberían ser, ni como quieres que sean, ni como fueron ni como serán.

Solo hay una sola cosa en la vida que no puedo cambiar: los hechos. Solo hay una sola cosa en la vida que sí puedo cambiar: mi actitud.

Parece fácil, pero, ¿qué es primero?

Ninguno. La vida es cíclica y se alimenta a sí misma

La combinación "cambio aceptación-cambio" es el círculo virtuoso por excelencia: el cambio precede a la aceptación y luego la aceptación precede al cambio que luego precede a la aceptación que luego...

Pero, si es tan simple, ¿por qué sufro?

Te responderé con otra pregunta:

¿Hay algo más presente en esta existencia que el cambio? ¿Hay algo más ausente en el ser humano que la aceptación?

El cambio es un hecho de la existencia; y la aceptación una actitud. El cambio es una cosa, la aceptación otra.

jueves, 14 de septiembre de 2017

Diez razones por las que la Madre Tierra es tu mejor Gurú



Me gusta el taoísmo y por eso siempre estoy buscando textos y maneras de explicar cómo los principios de dicha filosofía pueden ser utilizados en Occidente en beneficio de mis amigos y lectores.

En esa búsqueda he tropezado con el libro Thank you for being late de Thomas Friedman, el cual tiene un capítulo dedicado a la Madre Tierra, llamado Mother Nature as a political mentor. En él, el gringo Friedman (como me gusta llamarlo), explica muy bien cómo es que la naturaleza consigue siempre estar en armonía y sugiere que la plagiemos copiemos sin piedad.

Pero, primero dime ¿qué es el taoísmo y qué tiene que ver con la Madre Tierra?

El taoísmo es una filosofía de vida (camino del Tao) que busca enseñar al hombre a integrarse en la naturaleza, enseñarle a fluir, a integrarse en sí mismo (es decir, con su propia naturaleza) en concordancia y armonía.  Para el taoísmo, el ser humano es un microcosmos que contiene toda la esencia del universo en sí misma (la ciencia lo sostiene también ahora), razón por la que, según el taoísmo, las personas pueden adquirir conocimientos sobre el universo mediante la comprensión de sí mismos. Y viceversa.


De allí que, para el camino del Tao, los principios que rigen el funcionamiento del Universo y, en nuestro caso, el planeta Tierra, son los mismos que rigen al ser humano tanto en lo biológico como en lo espiritual. Comprender y aceptar esto es la clave para una vida armoniosa y feliz.



Las creencias filosóficas taoístas se encuentran principalmente en los textos: Tao Te Ching, (Libro de la Vía y de la Virtud) que es atribuido a la figura de Lao Tse, y en el Zhuangzi (Libro de parábolas y alegorías) atribuido al filósofo Zuang Zi
Pero, dime, ¿de qué te ha servido?

Es simple ser feliz, dijo una vez el filósofo hindú Rabindranath Tagore, lo que es difícil es ser simple. A mí, comprender el taoísmo y llevarlo a mi vida me ha hecho una persona más simple.

Y como me gustó mucho, he querido hacerles un resumen

Eso, un resumen, apretado pero claro quitándole la jerga empresarial anglosajona, con el único propósito de hacerlo lo más universal. 

Así que empecemos: 
Diez razones por las que la Madre Tierra puede ser tu mejor maestro espiritual
o tu mejor Gurú

1. Porque se adapta y aprende

La Madre Tierra es adaptable y cree en el aprendizaje a largo plazo. Las especies que no aprenden y no se adaptan, se extinguen. Las especies que dejan de aprender, se extinguen. 

2. Porque cambia, todo cambia

La Madre Tierra sabe que la naturaleza básica de la vida es el cambio. Sabe que para mantenerse estable es necesario mantenerse abierto al cambio. Sabe que la clave de su adaptabilidad radica en su capacidad de absorber cuerpos extraños e incorporarlos en el sistema.

3. Porque estabilidad no es parálisis

La Madre Tierra no confunde estabilidad con parálisis. En ella, lo que vemos como estabilidad es una suma de infinitos actos de dinamismo. Sabe que si algo luce estático y está realmente estático, está muerto. La vida es flexibilidad. La muerte es rigidez.

3. Porque cree en la quiebra y el colapso

La Madre Tierra cree en la quiebra y el colapso. Sabe que ninguna planta o animal puede dar por hecha su posición en el eco-sistema y que los individuos, plantas o animales, caen para que el sistema como un todo tenga éxito. 

4. Porque le fascina la lentitud

La Madre Tierra cree en la virtud de la lentitud. Ella no tiene problemas con llegar tarde. Sabe que todo que perdura se construye lentamente. Sabe que no puede apurar las cuatro estaciones y hacerlas encajar en dos o acelerar el tiempo de gestación de un bebé. Sabe que todo tiene un proceso y se hace paso a paso.

5. Porque the more, the merrier  (*)

La Madre Tierra adora la diversidad y siempre piensa fuera de la cajita. Sabe que la mejor manera de encontrar una buena idea es tener muchas.

6. Porque fracasa, fracasa y fracasa

La Madre Tierra es una emprendedora por excelencia. Siempre intenta algo nuevo y el 99 % de las veces fracasa. Pero eso no le importa porque cuando finalmente lo consigue, puedes estar seguro de que está bien hecho. 

7. Porque no tiene dirigentes

La Madre Tierra no tiene dirigentes, ni gerentes, ni gobernantes, ni Rey León. Estas son patrañas inventadas por el Hombre. En la Madre Tierra nadie es cabecilla ni líder de nadie ni de nada. 

8. Porque es auto-gestionaria

La Madre Tierra se auto-organiza y lo hace en pequeñas comunidades o eco-sistemas que se co-adaptan y co-evolucionan como parte de eco-sistemas más y más grandes. En ella todos los seres están inter-conectados en redes de relaciones y todos dependen de dichas redes para sobrevivir.

9. Porque no está de paso por este lugar, sino que ella es el lugar

En la Madre Tierra, los animales, plantas y micro-organismos que viven en un lugar son "el lugar" y no "están en el lugar".

10. Porque trabaja siempre en equipo y es más, mucho más que la suma de sus suelos, aire, agua, plantas y animales.

La Madre Tierra es un organismo y una red de ecosistemas que están interrelacionados unos con otros. Es sinérgica y en ella, el todo es siempre más que la suma de sus partes.


(*) Mientras más seamos, es más divertido

viernes, 1 de septiembre de 2017

El Yin y Yang para animales políticos y dummmies



El Yin y Yang es una distinción de la filosofía taoísta que, si llegas a integrarla en tu vida y en la política, puede llegar a transformar la sociedad. El objetivo del Tao (idea central de esta filosofía) es enseñar al hombre a integrarse en la naturaleza, enseñarle a fluir, a integrarse en sí mismo en concordancia y armonía.

El Taoísmo es una filosofía de vida que establece la existencia de tres fuerzas en la naturaleza de los seres y de las cosas.

Una pasiva, otra activa (Yin y Yang) y una tercera, conciliadora. Las dos primeras se oponen y complementan simultáneamente entre sí, es decir que son interdependientes de manera absoluta y funcionan como una unidad.

Todo lo que existe en el universo ( y tú también) tienen Yin y Yang

Todo y todos. Pero Yin y Yang no son fuerzas opuestas, que se enfrentan una a la otra, no son el bien y el mal, sino opuestos complementarios tan pero tan interrelacionados que la existencia de uno precisa de la existencia del otro. Son parte de la misma naturaleza.

Es decir, que el yin y el yang son la misma cosa y, a la vez, no lo son.

O, cómo dirían algunos: son lo mismo, nada más que diferente.

Siempre he creído que estos principios podrían ayudarnos a comprender la verdadera naturaleza de los problemas actuales.

Y no solo los problemas sociales.

El gringo Friedman te lo explica así.

En su libro “Thank you for being late”, el escritor estadounidense Thomas L. Friedman, éste explica el yin y yang del impacto de la tecnología en la política.



La Primavera Árabe, dice, mostró con claridad que existen dos tipos de actores políticos: los polítical breakers y los polítical makers. El Yin y el Yang, porque todo orden que se resquebraja necesita ser reemplazado por otro que sostenga las interacciones sociales.

Los breakers son aquellos que tienen la habilidad, la influencia o el poder para desafiar las estructuras y el orden establecido o, simplemente, desarmar tendencias, afectar una marca, poner en entredicho la reputación de alguien; tal es el caso de cabecillas revolucionarios que lideraron movimientos anti-sistema que lograron derrocar a regímenes dictatoriales o autocráticos (Ej. movimiento sandinista) y de los llamados trols.

Los makers, por el contrario, son aquellos cuya habilidad principal es diseñar y consensuar nuevos pactos sociales que terminan por hacer viable un proyecto nacional (Ej. los Ayatolas en Irán y Nelson Mandela, aunque este último fue más bien un actor con capacidad de breaker y maker).

Una cosa es "liberarte de" y otra "liberarte para"

O sea, las dos caras de la libertad: nos liberamos de un orden que nos sojuzga para construir otro orden que nos trate con justicia. Lo primero lo hacen los breakers; lo segundo, los makers.

Un breaker o muchos breakers

Las redes sociales virtuales, explica Friedman, han dado espacio y poder a dos tipos de political breakers que, antes, en la era pre-internet, no existían: el individuo super empoderado y el movimiento no organizado o, dicho en lenguaje de Facebook, usuarios con muchos seguidores y colectivos reunidos en grupos virtuales (Ej. No a Keiko).

Es decir, las redes sociales virtuales han hecho posible el control social de las autoridades y los políticos (Yin) pero, a la vez, al dar poder a estos actores, han favorecido la informalidad en la política y debilitado a los ya debilitados partidos políticos (Yang).

El individuo super empoderado y el movimiento no organizado, gracias a las redes sociales virtuales, han llegado a contar con una enorme capacidad para resquebrajar el un pacto social injusto (yin) pero con nula habilidad para construir un nuevo orden luego de la caída del anterior (yang). No están organizados ni pueden ser rastreados ni mucho menos desactivados, pues no tienen domicilio ni dirección y, en el caso de los colectivos, pueden aparecer de un día para otro y para una acción específica, lícita o ilícita, Yin y Yang (Ej. para una protesta o plantón y para defender ciertos derechos o para saquear un centro comercial).

Las redes sociales virtuales desafían el sistema tradicional de partidos y de las interacciones entre los actores políticos.

Friedman cita una charla TED de Wael Ghonim, el ejecutivo de Google, que con un post ayudó a generar la Prinavera Árabe en Egipto. En ella, Ghonim explica lo que para él son los cinco retos que, hoy en día, enfrentan las redes sociales virtuales en la arena política:

¿Cómo tratar con los rumores? (hechos vs interpretaciones, difundir vs confundir, atraer vs distraer)

¿Cómo evitar quedarnos en nuestra cámara de eco? (diálogo vs monólogo)

¿Cómo evitar que las discusiones se conviertan en gritos e insultos? (calma vs violencia)

¿Cómo evitar resumir los complejos problemas mundiales en 240 caracteres? (reflexión vs apresuramiento, profundidad vs simplismo) y

¿Cómo evitar favorecer difusión antes atención, publicaciones antes que discusiones y comentarios superficiales antes que conversaciones profundas? (difundir vs confundir, compartir vs monopolizar, reflexionar vs ofuscar).

¿Ahora sí? Dime que te quedó claro. Venga, ya.

¿No? Bueno, una más: el libro de Friedman, claro está, es mucho más rico que esto, 453 páginas que te quitarán tiempo para salir de juerga ir de copas con tus amigos (yang) pero que te ayudará a entender el mundo actual (yin).