miércoles, 16 de agosto de 2017

Orar y meditar


"Orar es hablarle al universo (o a tu Dios). Meditar es escucharle."

Escucharle, sí, Y no de cualquier manera sino activamente y, aun mejor, empáticamente.

¿Pero, qué dices? ¿Cómo se puede escuchar activa y empáticamente al universo?

Solo sigue estos tres pasos:

Primero, silencia tus labios.

No pretendas explicarlo con el limitado espectro de tu idioma, o cualquier otro idioma; esas son etiquetas. Si lo que quieres es saber lo que el universo tiene para decirte, no es una buena idea interrumpirlo para ponerle nombres ni anticipar su mensaje.

Luego, silencia tu mente.

No pretendas entenderlo con el limitado espectro de tus ideas y conocimiento; esos son prejuicios. Si lo que deseas es encontrar el auténtico sentido de lo que te dice, es muy mala idea ponerle corsés y meterlo en moldes mentales pre-concebidos.

Por último, no hagas nada. 

Si logras lo anterior, la escucha y la empatía llegarán naturalmente.