domingo, 12 de noviembre de 2006

Escuela de las Américas: bien entrenados, ¿en qué?




Veamos.

Hasta dónde yo sabía, la razón principal por la que la Escuela de las Américas (SOA en inglés) es tan cuestionada, es porque en ella se entrenaron a partir desde los años 60, cientos de militares latinoamericanos, muchos de los cuales luego se hicieron famosos por ser protagonistas de cruentas dictaduras que utilizaron la tortura y el asesinato, selectivo o en masa, en contra de su propia gente.

Pero, claro, en los 60 yo apenas estaba naciendo y en los 70 era apenas un niño y nunca supe de la SOA si no hasta después, cuando los fantasmas comunistas y anticomunistas se convirtieron en cosas del pasado y la democracia se transformó en el factor de legitimidad por excelencia de cualquier gobierno, razón por la que la SOA no me quitaba el sueño... hasta ahora... hasta ahora que leí una noticia originada en las páginas del diario "USA Today" que, en resumen, dice que EEUU volverá a entrenar a militares mexicanos, costarricenses, ecuatorianos, brasileños, PERUANOS, bolivianos, paraguayos, uruguayos y de otros países de Latinoamérica y el Caribe, ante su preocupación por "las victorias izquierdistas" en la región.

La noticia la leí en la República y fue confirmada por EFE: http://www.larepublica.com.pe/index.php?option=com_content&task=view&id=130671&Itemid=0

¿Alguien puede decirme cómo se come eso?

¿Quiénes son esos izquiersistas victoriosos? ¿Lula, Kirchner, Alan... o sólo Chávez?¿De qué habla usted, Mister?

Me hubiese gustado leer que EEUU va a entrenar a empresarios y funcionarios públicos para ejecutar proyectos que provoquen desarrollo del mercado interno o de las exportaciones, o que va a entrenar a miles de agricultores, peruanos entre ellos, para provocar una revolución verde que nos permita producir suficientes alimentos para todos... pero no, la noticia dice que a proyectos políticos (que no necesariamente comparto) que sólo cuentan con ideas y programas, le va a anteponer militares bien entrenados...

¿Bien entrenados en qué?
¿Bien entrenados en técnicas científicas de desarrollo agrícola?
¿Bien entrenados en dar atención médica a las poblaciones más míseras de nuestra sierra?
¿Bien entrenados en ejecución de proyectos de desarrollo regional y local?
¿Bien entrenados en qué?

Tenemos el derecho de preguntar: "Oiga, Mister, ¿bien entrenados en qué?

sábado, 11 de noviembre de 2006

Tengo el orgullo de ser andino y soy feliz!


Escribo esto a raíz de un brevísimo articulo (?) que encontré en este lugar web:

web:http://www.leyendasurbanas.org/index.php?option=com_content&task=view&id=92&Itemid=43.

Allí se muestra una de las tantas razones por las que todos los peruanos deberíamos estar muy orgullosos de nuestros ancestros andinos.

En la 1era y 2da fotos se muestra una de esas fotografías que cualquier turista puede tomar, en un día despejado y luminoso, de las ruinas incas de Machu Picchu, en el Perú.

La 3era foto es la misma foto, sólo que esta vez se le ha dado una vuelta de 90º. ¿Què es lo que se ve?

Es más que impresionante el parecido de la masa montañosa con una gigantesca cara humana, adornada con atuendos indios. Hasta aquí, todo bien. Pero luego, en la paginucha esa, se dice que debido a ello ciertos científicos han reforzado la teoría "... del supuesto origen extraterrestre de la civilización inca". !INDIGNANTE afirmación!

Eso no es cierto y sólo muestra la ignorancia de esos supuestos científicos. Machu Picchu es una de las maravillas del mundo por muchas razones pero sólo les daré la más reciente: hace apenas dos meses atrás, fue denominada "MARAVILLA DE LA INGENIERIA" (http://www.enjoy-machu-picchu.org/machu-picchu/informacion-especial-machu-picchu-ingenieria1-machu-picchu.php). Y esto no lo hicieron extraterrestres, sino los incas que conocían muy bien el medio ambiente que los rodeaba.

Esos seudo científicos sólo muestran un fuerte prejuicio y etnocentrismo occidental que cree haber inventado la ciencia y la historia a partir de la europeización del mundo, negando méritos a las culturas no europeas y apropiándose de la sabiduría ajena para lego colocarle un código de barras.

Estoy convencido de que no es casualidad el hecho de que Machu Picchu se encuentre allí. Y existen además otros rostros de la humanidad en el territorio peruano... como por ejemplo, Marcahuasi. Ver 3era foto. Y tampoco es casualidad.

El hombre andino de ayer y hoy, tiene en las montañas a los Apus, que son los espíritus que habitan en los cerros... creencia que es una muestra del fuerte vínculo que los une con la Mamapacha, o sea, la madre tierra, la misma que nos da de comer y beber, y de la cual somos parte...y la misma que la cultura occidental, violenta y depredadora, está aniquilando de una manera casi canibalesca. ¿Canibalesca, escribí? ¿Me estoy excediendo? ¿No es para tanto? Lean el artículo del gran Guille "9 de octubre: el día de la comilona suicida" y sabràn de qué hablo. Lo encuentran en esta dirección:
http://www.peru21.com.pe/Comunidad/Columnistas/Html/2006-10-25/Giacosa0602738.html

Y cito del gran Guille sólo dos líneas:

"(...) Por qué usar el 9 de octubre como símbolo? Simplemente porque en ese día de 2006, nos hemos gastado todo lo que la Tierra tarda un año en producir (...)"

Ni Machu Picchu ni Marcahuasi son casualidad y debemos estar muy orgullosos de ello. El hombre andino fue y es genial. Y sólo depende de nosotros su supervivencia como cultura, aunque sólo sea como una manera de equilibrar la voracidad de la cultura occidental.

lunes, 6 de noviembre de 2006

Un favor:que te hablen siempre en español (cuando visiten tu país)


PROBLEMAS DEL SUBDESARROLLO

Monsieur Dupont te llama inculto,
porque ignoras cuál era el nieto preferido de Victor Hugo.

Herr Müller se ha puesto a gritar,
porque no sabes el día (exacto)
en que murió Bismark.

Tu amigo Mr. Smith,
inglés o yanqui, yo no lo sé,
se subleva cuando escribes shell.
(Parece que ahorras una ele,
y que además pronuncias chel.)

Bueno ¿y qué?
Cuando te toque a ti,
mándales decir cacarajícaray
que donde está el Aconcagua,
y que quién era Sucre,
y que en qué lugar de este planeta
murió Martí.

Un favor:que te hablen siempre en español.

(Nicolás Guillén)

miércoles, 13 de septiembre de 2006

TODO INCLUIDO, HASTA LAS PROPINAS





Llegaba a su fin el sétimo mes del 2006 y decidí tomarme unas vacaciones como nunca antes lo había hecho. ¡Basta de lugares de interés histórico y safaris en la selva de los himalayas o del sudeste asiático! Esta vez sería algún lugar en el Caribe... ¿Cuba? hmmm... me encantaba la idea... pero mi anfitrión Fidel se había puesto enfermo y los cubanos de Miami andaban ya redactando su propia versión de "una muerte anunciada", a la vez que en la pequeña isla habían echado a andar la pequeña maquina de guerra...

¿Punta Cana? Lucía bien, en la web se pueden playas paradisiacas, largas y bellas... ¿pero qué más hay en ese lugar? lindas playas, hermosas islas, bellas mujeres, lugares exóticos... y ¿que tal Cancún? Cancún ofrecía todo eso y algo más... Chichen Itza, Tulum, Xaqaret y otros lugares más, todos construidos por los Mayas, una de las tres grandes civilizaciones precolombinas. Y a Cancún fui a dar con un paquete "TODO INCLUIDO, HASTA LAS PROPINAS". Entonces, llegué a Cancún con varias promesas: el lindo ambiente caribeño, las lindas playas, arrecifes de coral y jungla exhuberante, extranjeras desfatachadas en topless, los sitios Mayas y "TODO INCLUIDO, HASTA LAS PROPINAS".

El ambiente caribeño fue una promesa cumplida a medias... hay tantas franchises y cadenas gringas (Mc Donalds, Burger King, Pizza Hut, Walmart) que era difícil saber donde realmente estaba uno. Destacaban sobre todo, la venta de hamburguesas y pizzas de diferente calibre que los gringos, que llegan por toneladas y sin control de calidad, consumían con avidez. La música fue peor... la oferta iba desde el hip hop, pasando por el reggeaton hasta el trans en fiestas de espuma bajo el tortuoso sonsonete de un pan pan interminable...

Lo anecdótico: la pareja de amables y sinceras gringas que decidió no visitar ninguno de los lugares Maya porque "Thanks, but we don't want to learn anything. We just want to hang out and that's all". Mientras una decía esto, la otra tenía "The Devil wears Prada" como lectura de cabecera.

Lo curioso: las excursiones a las pirámides y lugares Maya estaban llenas de latino americanos y europeos (sobretodo gente de Francia e Italia). Las discos trans y todo lo que significaba exceso, era visitada sobretodo por americanos.

Y bueno, las lindas playas... Cancún tiene playas muy hermosas... es verdad, pero esas no son precisamente las que brindan los hoteles. Los hoteles disponen de un espacio pequeño de playa en donde uno puedo caminar hasta 150 metros sin hundirse atrevesando unas aguas turquesa claro... un color muy hermoso... hermoso sí, pero sólo para la foto y nada más. No sé, pero en mi país eso se llama "publicidad engañosa" y puedes demandarlos en una Corte. Pero en fin, allí los idiotas que nos creemos las historias de playas refrescantes... cómo explicar esto, a ver, bañarse en esas aguas es como bañarse en una sopa wantán o en un caldo de pollo de carretilla... una sensación francamente desagradable. Las otras playas, las lindas y refrescantes, esas tienen precio, dependiendo de la distancia y del lugar cada una sale costando algo así como US$ 35 el día por cabeza...o sea, no es parte del "TODO INCLUIDO". Y lo mismo ocurre con la jungla exhuberante y los arrecifes de coral, sólo que estos cuestan aún más... como US$ 50 el día por cabeza o más.

Al cabo de 7 días sólo ví una gringa en topless.... protesté, pero nada, no me escucharon... ja ja! Pero eso sí, Chichen Itza, Tulum, Xaqaret valieron la pena... y el gasto... por supuesto.

En el hotel, Oasis Palm Beach, o sea el último reducto del TODO INCLUIDO, por lo demás, la comida estuvo buena, con excepción del ceviche mexicano que fue pésimo, y los licores, con excepción de la cerveza que era estándar, malísimos... el whisky era sacaronchas, el vino, aghh, el vino era un buen vinagre... y los jugos de fruta, de esas frutas que aparecen frescas, rebosantes y deliciosas en las fotografías, esas eran todas de lata, de frasco, de caja...

Lo cierto es que, al final, hubo que gastar mucho, casi el doble de lo inicialmente presupuestado, para pasarla bien y sí que la pasamos bien! pero nos quedamos con una sensación de haber sido estafados... algo así como cuando uno va a comprar una PC aqui en EEUU cuyo precio en el anuncio dice US$ 456... y luego en la tienda a uno le salen diciendo que eso es solo el "hardware", e inclusive no todo el hardaware, pues los cables para conectar la PC a la electricidad, a la impresora, y todos los programas, todos esos son aparte y la bendita PC termina costando el doble de lo anunciado... nunca pensé que EEUU, Cancún y la India se pareciesen tanto... corres el peligro de que no te quede dienero para las "propinas"...!

Pero, igual conocí a dos bellezas mexicanas que casi me dan el Sí.

lunes, 10 de julio de 2006

Reflexiones sobre el Mundial Alemania 2006 y la ausencia del Perú

Cuando era niño, la vida, fuera de la escuela y lejos del regazo de mamá, con excepción de los recreos, se reducía a una pelota. El fútbol era una pasión. Goles eran amores. No soñaba con jugar para el equipo de mis amores porque a decir verdad, pese a que la vida me dio un par de piernas fuertes y veloces, me escatimó talento. Tratándose de fanaticadas, era un tanto promiscuo. Al llegar a los 12 años ya había tenido fogosos romances con Universitario de Lima (la U), José Gálvez de Chimbote, Atlético Chalaco del Callao y Unión Huaral. Y cada vez que iba a ver las finales de la Copa Perú, regresaba enamorado de equipos como Aguerridos de Monsefú, Hungaritos de Pucallpa, Deportivo Cañana, Aguas Verdes de Tumbes y otros por el estilo. De la selección, siempre fui hincha, más o menos hasta 1994.

Con el tiempo, me hice hincha del fútbol y de nadie. Y recién entonces, sólo entonces, empecé a entender las causas de mi confusión futbolístico-sentimental. Todos estos cuadros, con excepción de la U, eran humildes equipos de barrio, jugaban bonito y tenían un jugador, casi siempre delantero, que jugaba como yo, pero bien, es decir, que era de baja estatura, vehemente, veloz y hasta alli no más eran como yo, luego, manejaba bien el balón, en lo cual ya no eran como yo. Eran de esos que, sin importar ante que defensa, resultado parcial o cuadro se enfrentaran, jamás se rendían. Luchaban siempre hasta el final. Eran como yo. Mi madre todavía cuenta con visible orgullo de progenitora cómo pateaba yo las sillas del comedor cuando a la selección o mi equipo favorito le hacían un gol o perdía. Y los viejos amigos del barrio, casi todos frustradas estrellas del balompié, aún a veces recuerdan el nombre con el que, aludiendo al goleador del Mundial de Argentina (Mario Kempes), se me bautizó una gloriosa tarde de fulbito en 1978: “Kempe”... Kempe…ñoso que eres.

Y eso era lo único que me salvaba. Los muchachos perdonaban mis limitaciones futbolísticas porque apreciaban el empeño que ponía en cada jugada. Eso me hizo digno de jugar varias veces en la selección del barrio. “Que juegue Julio”, decían, “necesitamos un empeñoso que sea correlón”.

La mayoría de muchachos del barrio eran realmente muy buenos con la pelota. Y todos tenían nombres estrafalarios. Así era y es mi pueblo, Chimbote. Todos tienen un mote. Palito y Loco eran buenos, pero no tan buenos como los demás. Rata era el mejor de los porteros; Chancha, era líder y hombre orquesta; Catura, hermano del Chancha, con quien en épocas de crisis económica se jugaban el desayuno a la quinela, era uno de los mejores defensas y un magnífico motivador; Tarántula era de esos defensas que metían miedo, en la cancha y fuera de ella; Satán, un magnífico volante de contención; y Gordo Eddy, un excelente volante creativo. Habían muchos otros, Cote, Lija, Monchi, Negro Frank, Zibarro, Wicho y muchos más, pero, el mejor de todos era Chueco. Siendo hermano menor del Tarántula y el Satán, no sólo había nacido con las cualidades de ambos sumadas, si no que había aprendido de ellos todos los trucos. Tenía unas canillas a prueba de palos. Sin importar que tan fuerte lo pateáramos, él siempre se quedaba con la pelota.

Me pregunto hoy, dedicado al poco remunerado oficio de las letras y a las dudosas profesiones del derecho y la diplomacia, y cuando el recuerdo de una blanquirroja en el gramado mundialista empieza a ser ya un recuerdo borroso, cuántos de esos Zidanes, Totis, Riverys y Ronaldinhos, más allá de su fama presente, fueron alguna vez Chuecos, Chanchas, Caturas y Tarántulas. Y, ante la impotencia por no ver a mi selección en un mundial hace más de 24 años, me declaró hincha, más que de personajes, de actitudes futbolísticas.

Me declaro hincha de la irreverencia de Del Piero y su gol en la semifinal Italia-Alemania, mostrando que hace goles tanto para su club como para su selección, y goles de semi sombrerito a un portero que le lleva una cabeza de estatura!. Y por eso mismo, deploro los errores increíbles de Andrés Mendoza frente a los arcos rivales y la falta de gol de Claudio Pizarro con la selección. ¿Por qué será que todos estos señores sólo hacen goles para los clubes que los contratan?

Me declaro hincha de las lágrimas de los jugadores alemanes, portugueses, argentinos y franceses y del pundonor de los morenos ecuatorianos. Y por eso mismo me avergüenzo de la indiferencia y hasta desfachatez de la mayoría de jugadores de las selección peruana frente a las derrotas ¿Será que ya se acostumbraron?

Me declaro hincha de un jugador africano cuyo nombre no recuerdo. Juega en Europa creo y me declaro hincha suyo porque desechó una excelente oferta económica de su club para poder jugar por la selección de su país a cambio de simplemente el orgullo de hacerlo. Y por eso mismo, deploro de la dizque estrella Andrés el Cóndor Mendoza, quien declaró públicamente que él no hacía goles con la selección porque él sólo hace goles para su club que es el que le paga. Y deploro del nefasto entrenador brasileño Autuori que siguió convocándolo a la selección, enviando con ello un mensaje claro a los Chuecos y Chanchas de nuestros días: jugar por el Perú no tiene valor, juega sólo por tu billete y para el que te paga.

Finalmente, mientras me ruborizo ante la familiar imagen de la mayoría de los actuales jugadores peruanos que, cuando reciben un gol, derrotados bajan los brazos, la cabeza y la mirada que es lo mismo que decir, el alma, me declaro hincha del entrenador de Alemania, Klinsmann, cuando, luego del primer gol de Italia en la semifinal a un minuto de acabar el partido, cierra los puños y grita en alemán algo que traducido al lenguaje de mi barrio debió ser algo así como “Vamos carajo, no se rindan, a voltearle el partido. Somos buenos, carajo!!, somos Alemania, somos mejores!!”. Y aunque no lo fueron, no importa. Alemania no tiene Mendozas, ni Pizarros, ni Solanos en su selección. Ellos tienen Caturas, Chanchas, Chuecos, Satanes y Gordos Eddies o como se diga en su lengua, o sea, jugadores que hacen goles, o al menos lo intentan, no importa donde los pongan. Y por lo mismo me declaro hincha de los argentinos y su piconería y la bronca que armaron al final del partido con Alemania, ese no saber perder que tanto odiamos pero que, al final del día es también un “no querer perder” y “no chuparse en ningún estadio, ni siquiera en uno con hooligans armados hasta los dientes” pues es en esos estadios donde los argentinos alcanzan su verdadera estatura y juegan mejor.

Y se me ocurre, para terminar esta breve catarsis, que así como se importan jugadores argentinos, brasileños, colombianos, paraguayos y uruguayos para mejorar el nivel de los equipos y de paso "a ver si los nuestros aprenden y se contagian de su calidad y carácter", tal vez deberíamos establecer como requisito indispensable para cada potencial jugador de la selección, un curso rápido de autoestima, amor por la camiseta y cómo desarrollar cojones en la cancha, en 15 días, en Argentina, Alemania o en Paraguay o... en mi barrio.