domingo, 17 de marzo de 2013

Lo que no mata engorda



“Come siempre de lo que te alimente. Aliméntate bien, come de lo sano. Luego, cuando vayas adquiriendo sabiduría en lo que comes, te darás cuenta de que no solo de pan vivirá el hombre y te alimentarás.” (Autor desconocido)
“Lo que no mata engorda” es una frase que en mi primera juventud he usado en innumerables ocasiones para decir que cuando tenía hambre podía comer casi lo que sea, inclusive algún potaje de dudosa procedencia y aún más dudosa higiene.

Y hoy, mientras revisaba mis notas del libro “El hombre en busca de sentido” de Víctor Frankl, fui consciente que esa frase popular, tan humilde y vulgar en apariencia, sacada del contexto de la comida, sostiene un principio que podemos aplicar en casa, el trabajo y todos los aspectos de nuestra vida:
“Todo lo que no acaba conmigo me hace más fuerte” (Nietzche).
Sea que lo digamos de una manera u otra, usando la versión popular o la versión de Nietzche, asumir el principio de que “lo que no mata engorda”, me traerá varios beneficios:
  • Estaré abierto a explorar nuevos territorios y a vivir nuevas experiencias (me haré flexible)  
  • Estaré dispuesto a salir de mi zona cómoda o de confort y explorar lo que, hoy, es mi zona de riesgo (me haré protagonista de mi existencia).
  • Asumiré el riesgo que esa apertura conlleva (dejaré de ser víctima)
  • Aceptaré el sufrimiento como una valiosa oportunidad de enriquecimiento interior (aprenderé lecciones).
  • Aprenderé con facilidad las lecciones que cada nueva aventura tiene para mí (pasaré del saber qué al saber cómo)
  • Me haré responsable (de “respons-habilidad”), es decir, desarrollaré hasta el infinito mi capacidad para responder a los retos que me plantea la existencia (me haré más efectivo)
  • Me haré creativo porque, como buen explorador, desarrollaré nuevos y variados recursos internos (habilidades emocionales) y externos (habilidades cognitivas y de acción)
  • Me será fácil ponerme en los zapatos de los demás (me haré empático y compasivo)
  • Me será fácil encontrarle un sentido a mi vida personal y laboral (dejaré de preguntarme “por qué” y me preguntaré “para qué”)
  • Aprenderé, como sostiene V. Frankl,  que “en realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino que la vida espere algo de nosotros” (como no puedo cambiar la realidad, encontraré el propósito de mi paso por la vida o un centro laboral en aquello que puedo aportar para beneficio de mis seres amados o del cliente, del usuario, del ciudadano, de quien me contrata o emplea) 
Un gerente así, un empleado así, un papá, una mamá y un educador así… ¿lo queremos todos, verdad?

3 comentarios:

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  2. Exactamente, la vida es un constante aprendizaje, al igual que la frase "Lo que no te mata, te hace mas fuerte". Crecer, arriesgar, vivir! Aprendiendo de cada cosa, cada detalle, porque somos humanos, capaces de equivocarnos. Pero de ese error puede resurgir la base para nuestro triunfo.

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  3. Así es, Angie. La vida es un aprendizaje constante! Gracias por leerme! Saludos

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