sábado, 1 de junio de 2013

¿Cambiar "porque" o cambiar "para"?


No se trata solo de cambiar "contra" algo que hace sufrir. Es conveniente cambiar "para" conseguir algo, es decir, preguntarme ¿para qué quiero que esto cambie? (Laurence Lemoine)
Cambiar "porque" no es lo mismo que cambiar "para".

Cambiar "porque" me conecta con las causas y el pasado. Cambiar "para" me da una visión en la vida y me conecta con el futuro.

Cambiar "porque" es, tal vez, el primer aliciente pero, para ser feliz y lograr mis objetivos, necesito transformarlo en un cambiar "para".

Cambiar "porque" es cambiar "contra" algo o alguien. Cambiar "para" es cambiar "a favor de" mi mismo o de alguien a quien amo.

Cambiar "contra" algo es pretender "huir" del pasado pero, paradójicamente, guardándolo en la mochila. Es fugarse de una prisión para caminar en un territorio desconocido, arrastrando todavía los grilletes y sin tener un mapa.

Cambiar "para" algo es "ir" hacia el futuro sin mochilas, ligero de equipaje. Es adentrarte en la vida, sumarte al flujo de la existencia, sin mapa pero con el ojo y el alma atentos a las señales del amor y la felicidad.

Cambiar "contra" algo es quedarse en el mundo de las explicaciones, la tierra del por qué, allí donde habitan el resentimiento, el rencor y la revancha.




Cambiar "para" lograr algo es aprender, es viajar en el mundo de las posibilidades, la tierra de las oportunidades, allí donde habitan el perdón, la paz interior y el éxito.

Cambiar "contra" algo es querer que ese algo desaparezca, es enfocarme en mi poder destructivo. Cambiar "para" algo es querer Ser y dar rienda suelta a mi poder creativo.

Cambiar "contra" algo es hacer del miedo mi motor y motivo. Cambiar "para" algo es hacer del amor mi combustible y darle sentido y propósito a cada segundo de mi existencia.

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