martes, 22 de enero de 2013

Prohibido aprender



"Todo el mundo habla de la paz pero nadie educa para la paz. Todo el mundo educa para la competencia y la competencia es el principio de cualquier guerra." (Personaje no identificado en documental La educación prohibida)

Un artículo de la sección Estilo Campus de Gestión, "La escuela que impulsó a García Márquez, P. Diddy y Larry Page", me hizo recordar la película “La educación prohibida”. 

¿Cómo es que están ligados?

Les explico.

El artículo de Gestión habla sobre el método educativo Montessori que está construido sobre los conceptos del aprendizaje auto-dirigido, las escuelas mixtas en género y edades, la colaboración, la creatividad y la responsabilidad social, es decir, todas las características de un buen Chief Executive Officer (CEO).

La película La educación prohibida” es un documental que cuestiona el sistema educativo actual, el de las escuelas-fábrica,  que el 2012 cumplió 200 años de existencia. En ella se muestra como la escuela desalienta el aprendizaje, la libertad de elección y la importancia que tienen el amor y los vínculos humanos en el desarrollo individual y colectivo.  Es un proyecto independiente que pone sobre la mesa la necesidad latente del crecimiento y surgimiento de nuevas formas de educación.

Película "La educación prohibida" (2012)

El documental contiene decenas de frases de antología, entre ellas esta que me gustó mucho:
En teoría, todas las leyes de educación nos hablan de desarrollos humanos profundos, valores humanos, cooperación, comunidad, solidaridad, igualdad, libertad, paz, felicidad, y se llenan de palabras hermosas. La realidad es que la estructura básica del sistema promueve justamente los valores opuestos: la competencia, el individualismo, la discriminación, el condicionamiento, la violencia emocional, el materialismo. Cualquier idea que se promueve desde el discurso, es incoherente con el sistema que la sostiene.
Mi escuela fue exactamente esto que acaban de leer: era sólo de varones, eliminaron el curso de música para reemplazarlo por el de instrucción pre-militar, los profesores te podían castigar físicamente, se nos hacía marchar como soldados en lugar de hacernos bailar, y se nos educaba para ser intolerantes, es decir, que bajo el nombre de "Religion" se nos enseñaba "Ideología católica" y nunca aprendimos nada de religión.

En la fase de mi educación superior, con excepción de la maestría que hice en la Pontificia Universidad Católica del Perú donde se promovía el debate abierto y la cooperación e hicimos hasta trabajo de campo, todas repitieron lo que, Steve Denning, ha llamado el “modelo de la fábrica: jerarquía y estabilidad”, divorciado del desarrollo de la capacidad de aprendizaje y adaptabilidad que es la clave del éxito en las empresas y las organizaciones públicas modernas, tal como lo fue para la supervivencia de los pequeños mamíferos y no de los dinosaurios. 

En varios de los lugares donde he trabajado también ha sido así pues, después de todo, el lugar de trabajo también es una escuela. Y debo decir, que esto fue particularmente intenso en el Perú de los años 90. Fue algo así como si nos dijeran:
Usted limítese a memorizar y a hacer lo que le decimos. Está prohibido pensar.
Creo que nos haría mucho bien “prohibir” la educación y promover el aprendizaje. No quiero que me “enseñen”, quiero aprender a aprender. La capacidad de aprender es la clave la empleabilidad y la eficiencia.

¿Ustedes qué opinan? ¿Cuál ha sido su experiencia?

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