martes, 9 de enero de 2024

¿Y si sí existe el "Electarado"?


Hace ya varios años, Aldo Mariátegui acuñó la palabra "electarado" para etiquetar al colectivo de votantes peruanos emocionales, desinformados o incapaces de comprender lo que realmente estaba en juego en la política nacional y que votaban, una y otra vez, desde las tripas, por candidatos populistas y corruptos.

La izquierda criolla, la misma que hoy y siempre se siente el guardián de la corrección política y reserva moral de la sociedad, protestó. Y, debo admitir, a mi también me pareció un poco extremista la etiqueta, pero sin dejar de abrigar la duda de que, en el fondo, podría haber algo de verdad en eso.

Bueno pues, varios años después, un autor estadounidense, Jason Brennan, se mete en el debate con un ensayo serio, "Contra la democracia", y nos dice que sí, en efecto, el "electarado" existe. Brennan los llama Hobbits.

Brennan cree que la democracia en las sociedades de masas globalizadas requiere votantes con conciencia política, bien informados y educados, pues el voto es un arma colectiva muy peligrosa. Puede destruir países, como en Venezuela y Argentina.

Brennan divide a las personas en diversos colectivos: hobbitts, hooligans y vulcanianos.

Los hobbits son aquellos que van por la vida sin interesarse por los asuntos públicos. Básicamente, ignoran todo lo relevante. Los hooligans son gente informada, pero con fuertes sesgos ideológicos que les impide ver la realidad o, si la ven, solo lo hacen para manipularla y hacer que calce en el molde de sus modelo ideológicos. Son muy politizadas y acceden a los cargos electivos. Finalmente, los vulcanianos, son los racionalistas, los informados, educados y con conciencia política. 

Para Brennan, sólo los que poseen un grado suficiente de información, de educación, y de conciencia política deberían poder votar en un sistema que combinarla la democracia representativa con lo que el llama la epistocracia. Un sistema donde el derecho al voto no se obtiene por el simple hecho ser mayor de edad y respirar, sino que debe ser ganado. Así, además de derecho, el el voto debe ser un premio, un privilegio que te ganas y por ello atesoras.

¿Cómo se haría eso sin volver a las democracias censitarias?

Pues, a diferencia de estas donde la educación y el acceso a la información eran poseídas por una elite, en el mundo actual se puede garantizar mucho la igualdad de oportunidades. Esa es la base.

Así, queridos lectores, inspirado en Aldo Mariátegui y Jason Brennan, me arriesgo a ensayar algún categorías de colectivos que,  en tono de humor y según su grado de educación, información y conciencia política, existirían en el Perú:

Electorado = todos
Electarado = hobbits
Electroll = hooligans
Electroleado= electorado
Electoreado = vulcanianos, es decir, como decía Juan Ramírez Lazo, son aquellos que saben, pero a quienes nadie los llama.




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