sábado, 27 de enero de 2024

Poema de amor desde el cuerpo


Poema de amor desde el cuerpo

 Mi cuerpo es un templo.

Mis ojos, mis manos,

mis pies, mis cabellos,

mis nalgas, mis piernas,

mi sed, mis caderas,

mis órganos internos,

mi deseo de placer,

mis ganas de comer,

cada milímetro cuadrado

de mi piel,

cada esquina de mi carne,

cada arista,

cada hez.

Es un templo,

no una basílica,

sólo un templo

sencillo.

Como todos los templos,

con columnas y pilares

trajinados

que requieren

a veces

una mano de pintura,

un poquito de barniz en las ventanas

y en las puertas

y en los bancos,

una manta

de seda para el tiempo

y para la borrasca.

Una ventana,

una lámina de vidrio

resistente, fuerte y transparente

para que me proteja del viento,

la tempestad y el frío,

para que deje caer sobre mis párpados

la luna,

para que pueda mirar la noche estrellada,

descifrar las Osas

y hacer realidad el milagro de la vida.

* * *

Álvarez, Julio. "Penúltimo segundo, un manojo de poemas y una crónica de viaje", Chimbote 2004, Río Santa Editores

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